OPINIÓN PERSONAL
"No oía sirenas, ni alarmas..., solo el crujir de la madera. El golpeteo de las olas.
El vaivén del suelo que se balanceaba debajo de ella.
«En el Metropolitano no estás, desde luego».
Sacudió la cabeza, como si así fuera a aclarar sus pensamientos, a superar el pánico.
«Y en Nueva York tampoco»."
Vale, os cuento un poco la historia. Etta, nuestra protagonista, es una chica que siempre ha vivido por y para la música. Tocar el violín y debutar es el futuro que ella persigue, sin importar nada más. Su madre es una restauradora de arte que viaja mucho, por lo que Etta se ha criado principalmente por Alice, una señora mayor que ha sido su maestra de violín.
Sin embargo, la noche de su debut todo cambia. Tras una discusión con las dos adultas, Etta escucha un extraño sonido durante su actuación, arruinando el momento. Lo más extraño es que solo lo escuchan ella y Sophia, otra de las debutantes. Su compañera la propone buscar el origen, arrastrándola por todo el Museo Metropolitano.
Cuando Etta encuentra a Alice tirada en el suelo, moribunda, entra el pánico, que se agrava cuando Sophia la empuja y cae... en un barco pirata. A partir de este momento, Etta descubrirá que su vida se ha basado en una mentira, que ocultaba una increíble verdad sobre su familia: Etta es una viajera, capaz de cruzar por los pasadizos que conectan todas las épocas pasadas y futuras. Sin embargo, no todo es tan sencillo.
"Qué raro se le hacía arrojar una luz diferente sobre algo, conocer el origen de un término que, hasta aquel momento, solo había tenido un significado para ella. Aquel era uno de los pequeños e inesperados beneficios de viajar en el tiempo, aprender cosas. Cosas que solo le servirían en juegos de mesa de preguntas y respuestas, pero bueno."
Y creo que eso os diré así por encima. Aunque os explico un poco más qué pasa con Etta. Cuando viaja en el tiempo por primera vez, empujada a través del pasadizo por Sophia, Etta acaba en manos del Cyrus Ironwood, un hombre despiadado que pretende hacerse con el control de todos los viajeros. La misión de Etta es clara: seguir las pistas que dejó su madre para encontrar un objeto robado y dárselo a él, o matara a su madre y no podrá volver a su tiempo.
Aquí también entra el otro protagonista, Nicholas, un hijo bastardo de la familia Ironwood que quiere desligarse de ellos y vivir su vida como pirata. Cuando las dos chicas aparecen en esa época (1776), él debe abordar en barco en el que viajan y escoltarlas hasta Nueva York, donde Cyrus las espera. Sin embargo, en ese viaje surge la primera chispa, que le llevará a ir con ella, escoltándola, a través del tiempo para conseguir el objeto y evitar que ella lo destruya.
Y no voy a deciros más, ahora sí que sí. Hablemos un poco de los personajes. Etta, nuestra protagonista, es una chica con bastante carácter, independiente, que descubre su amor por las aventuras en cuanto es arrastrada en el tiempo. Aunque es una novata en el asunto de ser viajera, aprende rápido y busca mil planes para salvar a su madre y destruir a la vez el objeto. Nicholas, en cambio, es un chico con ascendencia africana, algo que le limita mucho en su época. Esconde una terribles historia en su corazón, que le hizo odiar los viajes en el tiempo y todo lo relacionado con los Ironwood. Juntos viajarán por diversos momentos históricos, nuevos tanto para ella como para él, por lo que deberán protegerse mutuamente.
Una cosa que me ha gustado mucho es cómo explican los viajes en el tiempo. Los pasadizos que conectan las épocas son fijos, no se mueven de su lugar (ni fecha), aunque a veces son inestables. Cuando un viajero muere, libera una onda de energía que suele destruir el pasadizo más cercano. También explican lo que pasa cuando la línea temporal cambia. Si una época cambia, el viajero que pertenezca a ella no desaparece, si no que queda huérfano de su época y es arrastrado al punto de convergencia más cercano en el que su línea y la nueva se unen.
Por lo que explican en la historia, en los orígenes de los viajeros había cuatro familias importantes. Al principio se turnaban las responsabilidades: leyes, castigos, vigilancia... y todas tenían un astrolabio con una función especial en relación a los pasadizos. Con el tiempo, las familias entraron en conflicto, siendo la única superviviente, a consta de las otras, la familia Ironwood.
Los capítulos suelen estar narrados desde el punto de vista de Etta o de Nicholas, turnándose entre ellos. También me ha gustado que, aunque los protagonistas no sepan exactamente la fecha, en cada cambio de lugar nos dicen en sitio y la fecha nuevos. Otro aspecto que me ha gustado de los viajes del tiempo es que viajan entre años, no entre días. Si el 5 de Febrero de un año entran en un pasadizo, salen el 5 de Febrero del año al que hayan viajado.
En general, es una historia que me ha gustado bastante. Tardan un poco en explicar todo, por lo que al principio igual descoloca un poco. Además el prólogo confunde todavía más. Luego ya se entiende todo bastante bien y es muy dinámico, porque la trama es una carrera siguiendo pistas y atravesando pasadizos mientras los protagonistas son perseguidos. No hay acción en sí, más bien es lo dicho, una carrera. El final te deja con ganas de más, ya que deja caer mucha información de golpe y sueltan un pequeño bombazo, así que espero que los traigan pronto.
Lo mejor: La explicación de los viajes y la forma de ser de Etta.
Lo peor: El principio, bastante confuso.
"Era imposible ver el final de aquello. Era consciente de que, incluso cien años después, la sociedad no había conseguido extraer del todo el mal que había enraizado en ella. Fuera done fuera Nicholas —y cuando fuera—, era el color de su piel el que iba a determinar los límites de lo que iba a poder conseguir, y había muy pocas maneras, si es que, de hecho, había alguna, de superar dichas limitaciones."
OTROS TÍTULOS
#2. Wayfarer
NOTA
4,5/5
No dejes que la línea temporal te atrape