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jueves, 25 de julio de 2019

El amuleto de Samarkanda #1 ~ Jonathan Stroud

¡Buenas tardes, Devoradores!

Hoy vuelvo con otra de las LCs organizadas por Juanma, de The Best Read Yet. La verdad es que me ha costado un poco leer este libro porque no era buena época y porque esperaba otra cosa. De todos modos, os cuento más en la reseña. ¡Vamos allá!

Título: El amuleto de Samarkanda
Título original: The Amulet of Samarkand
Saga: Bartimeo (1)
Autor: Jonathan Stroud
Editorial: Montena
Traducción: Laura Martín de Dios
Género: Fantasía
Páginas: 448
Encuadernación: Tapa dura
ISBN:  978-84-84412-39-7

Todo empezó aquel fatídico día en que un niñato escuálido y tembloroso se atrevió a invocarme a mí, ¡yo, el mismísimo Bartimeo, espíritu privilegiado donde los haya, genio para muchos, diablo para unos pocos! A pesar del tartamudeo de su voz y del sudor que le empapaba, su orden no pudo ser más clara: tenía que robar el amuleto de Samarkanda a Simon Lovelace, uno de los hechiceros más poderosos y temidos de Londres… ¿Quién era ese mocoso mequetrefe que se atrevía a darme semejante orden? Y ¿por qué querría el Amuleto?

OPINIÓN PERSONAL

"La nube de sulfuro, concentrada en una densa columna de humo, vomitó finos jirones que lamieron el aire como lenguas antes de retirarse. La columna se quedó suspendida sobre la estrella de cinco puntas, borboteando hacia el techo como la nube de un volcán en erupción. Se produjo una pausa apenas perceptible. Y entonces, dos ojos amarillos y brillantes se materializaron en el corazón de la nube de humo.
Eh, era su primera vez. Quería asustarlo."

De acuerdo, comenzamos con la historia. Nathaniel, un joven aprendiz de hechicero, está buscando venganza por una ofensa personal e invoca a Bartimeo, un poderoso genio con un humor un tanto sarcástico y con cosas mejores que hacer que obedecer a un crío.

Sin embargo, el hecho de ser invocado por su nombre verdadero hace que no tenga más remedio, por lo que parte a la casa de Simon Lovelace, uno de los hechiceros más poderosos de Londres y portador del Amuleto de Samarkanda, un objeto mágico de valor incalculable.

Cuando el hechicero descubra lo que le han robado, removerá la ciudad de arriba a abajo hasta encontrarlo, haciendo que Nathaniel se de cuenta de lo que realmente ha hecho y las consecuencias de sus actos.

"¿Qué sería? Que hiciese levitar un objeto era bastante habitual, o que lo trasladara de un lugar a otro de la habitación. Tal vez querría que conjurara una ilusión. Eso sería divertido, tarde o temprano hallaría el modo de malinterpretar su petición y darle un disgusto.
—Te ordeno que te hagas con el amuleto de Samarkanda, que está en la casa de Simón Lovelace, y que me lo traigas cuando te invoque mañana al alba.
—Que ¿qué?"

Vale, la historia es más o menos eso. Empezamos la historia en el momento en el que Nathaniel invoca a Bartimeo. Como el demonio solo ve a un crío ante él, da por hecho que su maestro está escondido, pero pronto descubre que es el niño quien lo ha invocado. Para su sorpresa, la orden de Nathaniel también se aleja mucho de lo que espera: ha de ir a casa de Simon Lovelace y robar un amuleto mágico de gran poder.

Mientras el genio parte en su misión, Nathaniel sigue con su papel de aprendiz inútil bajo la tutela de Arthur Underwood, un hechicero que trabaja en el Ministerio de Asuntos Internos y que nunca quiso tener un aprendiz. En esos momentos, nos cuentan todo el pasado de Nathaniel y cómo funciona la sociedad hechicera.

Cada cierto tiempo, los hechiceros buscan niños no deseados para criarles y convertirles en aprendices. Son instruidos en dibujo, demonios, invocaciones, hechizos, música, matemáticas... todos los conocimientos para llegar a ser personas inteligentes y poderosas. A los 12 años, si han avanzado adecuadamente, reciben su nombre de hechicero, un sustituto a su nombre real (para que los demonios no puedan usarlo contra ellos).

Nathaniel es un chico con gran potencial y ambición, por lo que siente que Underwood es un maestro inútil que no sabe dirigirle. Es un hombre que ha aceptado a un aprendiz a la fuerza y tampoco tiene mucho peso en el mundo de los hechiceros. La única persona que quiere al niño es la mujer del hechicero, que insiste en llamar a Nathaniel por su nombre real pese a no ser lo recomendable.

Por otro lado, tenemos a Bartimeo, que se las apaña como puede para cumplir las órdenes de Nathaniel. Gracias a él conocemos más cosas sobre este mágico mundo: existen 7 planos distintos, diversas formas de invocación según el demonio, niveles de poder, objetos mágicos... Todo desde La perspectiva de un demonio engreído, sarcástico y con aires de grandeza, lo que le da un toque muy humorístico a la historia.

Si os soy sincero, la historia solo me ha enganchado pasado el ecuador del libro. Mientras los capítulos de Bartimeo son muy entretenidos, cada vez que se acercaba la acción pasábamos a un capítulo de Nathaniel y se volvía todo muy aburrido. La narración ahí es lenta, explicando todo el tema de los hechiceros y la infancia del chico. Y a veces eran demasiado largos y se perdía el hilo de la otra trama.

En general, es una historia que podría haber sido peor, pero que tampoco me ha dado pie a seguir leyendo la saga. El final ha estado bastante emocionante, pero no tanto como para querer leer más. Dejan hilos sueltos (imagino que como nexo para el siguiente) sobre un grupo llamado la Resistencia y hechiceros desaparecidos, pero este libro tiene un final cerrado propio. ¡Nos vemos!

Lo mejor: El toque humorístico y las descripciones.
Lo peor: Los capítulos de Nathaniel.

"Su maestro estaba satisfecho con el progreso de su alumno y Nathaniel, a pesar de su impaciencia con el ritmo de su educación, disfrutaba con lo que aprendía. Era una relación productiva, por no decir estrecha, y bien podría haber continuado siéndolo si no hubiera tenido lugar el desdichado incidente del verano anterior al decimoprimer cumpleaños de Nathaniel."

OTROS TÍTULOS

  

#0.5. El anillo de Salomón
#2. El ojo del golem
#3. La puerta de Ptolomeo

NOTA


3/5
¿Quieres ser hechicero?


2 comentarios:

  1. Hola.
    Ya he visto varias reseñas de este libro y la verdad es que me llama bastante, así que si lo consigo no dudaré en leerlo.
    Nos leemos.

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  2. Vaya, qué lástima que no haya terminado de convencerte. Yo lo tengo pendiente la verdad, y me gusta lo que mencionas del tono humorístico, pero me echa para atrás que me parezca demasiado juvenil. Ya veremos.

    Un saludo,
    Laura.

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