¡Buenas tardes, Devoradores!
Con esta reseña, cerramos la trilogía de Magnus Chase, una historia llena de aventuras, dioses nórdicos y un humor absurdo de lo más divertido. Aunque admito que el segundo se me hizo un poco lento, este tercer volumen me ha enganchado casi desde el principio. ¡Vamos allá!
Título: El barco de los muertos
Título original: The Ship of the Dead
Saga: Magnus Chase y los dioses de Asgard #3
Autor: Rick Riordan
Editorial: Montena
Traducción: Ignacio Gómez Calvo
Género: Aventuras / Fantasía
Páginas: 448
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 978-84-9043-824-4
La mayor amenaza para Asgard está a punto de hacerse realidad y Magnus Chase tiene que embarcar hacia el viaje más peligroso de su vida.
Sin embargo esta vez contará con una ayuda inesperada.
Magnus Chase ha pasado de ser un adolescente sin techo a vivir en el Hotel Valhalla y convertirse en uno de los guerreros de Odín. Como digno hijo de Frey, el dios del verano, la fertilidad y la salud, a Magnus no le gustan especialmente las guerras y las batallas, pero sus amigos son fuertes y un poco cabezotas, así que juntos han conseguido derrotar a Grimwolf y luchar contra gigantes para hacerse con el martillo de Thor.
Ahora, Magnus y sus compañeros tienen que partir hacia las fronteras más lejanas de Jotunheim y Niflheim para enfrentarse a la mayor amenaza de Asgard.
¿Conseguirán completar su peligroso viaje con éxito o ha llegado, al fin, el temido Ragnarok?
OPINIÓN PERSONAL
"Tenía que encontrar el diabólico barco de Loki lleno de guerreros zombis, impedir que entrase en combate y desencadenase el Ragnarok, y luego atrapar a Loki y encadenarlo para que no pudiera hacer más fechorías que acabasen con el mundo en llamas. (O, por lo menos, no tantas fechorías.)"
De acuerdo, comenzamos con la historia. Tras no poder impedir que Loki escapase de su prisión, Magnus y sus amigos han de partir en busca del Raglfar, el Barco de Uñas, que zarpará en el solsticio de verano, dos semanas más tarde. Si Loki y su tripulación lograba sacar la embarcación de las aguas heladas de Niflheim, el Ragnarok sería inminente.
Sin embargo, Magnus no estará solo. Todos los miembros de la planta diecinueve estarán con él, así como Samirah, Hearthstone y Blitzen. Siguiendo las pistas que le ha dejado su tío Randolph, Magnus tendrá que encontrar el Hidromiel de Kvasir, cruzar los nueve mundos y desafiar a Loki, a pesar de las pocas posibilidades de salir vivo.
Si esas no fuesen suficientes preocupaciones, Magnus también teme por las vidas de sus amigos. Samirah y Alex han entrenado para desafiar los poderes de Loki, pero la primera está en pleno Ramadán, por lo que ha decidido hacer ayuno. Y sus compañeros, que generalmente son inmortales en el Valhalla, ahora pueden morir. Magnus tendrá que aprender a confiar en los demás si quiere triunfar en la peligrosa travesía que les espera.
"—¿Suponiendo que lo que acabas de decir sea cierto, y suponiendo que no sea una trampa, y suponiendo que esas notas no sean las divagaciones de un loco?
—Ejem..., sí.
—Entonces, en el mejor de los casos, a tu tío se le ocurrió la idea de detener a Loki. Como él no podía hacerlo, confiaba en que tú sí pudieras. Intervienen una piedra de afilar, un tal Bolverk y es posible que una vaca escandinava."
Y esa es más o menos la historia. Ya que no lograron detener la huida de Loki, los dioses han dictaminado que Magnus y sus amigos serán los que persigan al fugitivo y lo detengan antes de que adelante el Ragnarok. A falta de dos semanas, los preparativos casi están listos, pero el chico no confía en sí mismo y teme fracasar. La primera ayuda procederá de Percy, el novio de su prima Annabeth, que le ensenará lo básico para sobrevivir a cualquier ataque en alta mar.
Gracias a su padre Frey, Magnus y sus amigos contarán con una embarcación. O algo así. El Plátano Grande será el vehículo de los héroes, un enorme barco de color amarillo chillón. A pesar de ello, todos saben el gran peso que tienen sobre sus cabezas. Aunque Magnus no confía en su tío, sus últimas palabras le llevan a buscar pistas en su mansión, donde encuentra un diario con algunas palabras sueltas. Entre ellas, consigue entender la idea general: para detener a Loki, necesita la piedra de afilar de Bolverk y el Hidromiel de Kvasir, dos tesoros casi imposibles de obtener.
Para colmo, su tripulación no está del todo preparada. Samirah está haciendo ayuno por el Ramadán, por lo que no come ni bebe durante las horas de luz. Magnus al principio muestra su preocupación ante la posible debilidad física de la valkiria, pero ella le convence explicándole que, a través de la meditación y la fe, confía en resistir el control de Loki.
Por otro lado, Mallory Keen y Medionacido Gunderson vuelven a discutir tras romper, por lo que los gritos y los objetos voladores reinan en el barco. Además, ambos van a regresar a sus ciudades natales, algo que muchos einherjar no llevan bien. El más animado es T.J., el cual siente que en las tierras inglesas va a conocer a los aliados que le dieron la victoria cuando luchaba con la Unión.
Juntos, todos los miembros de la tripulación deberán superar diversas pruebas y reencuentros con su pasado para poder dar alcance a Loki. Con el tiempo corriendo en su contra, Magnus tendrá que aprender a confiar en sus amigos y a aceptar que su labor es la de sanador, no la de guerrero, por muchas responsabilidades que le atribuyan como líder.
La verdad es que este último libro ha recuperado el ritmo que había descendido en el segundo. Me ha gustado que incidan un poco más en la relación entre Magnus y Alex, sobre todo porque siempre hay un tira y afloja emocional entre ambos. Algo que me ha parecido bonito es que Magnus sepa cuándo tratar a Alex de él o de ella sin necesidad de que se lo digan.
Es un final de trilogía bastante bueno, aunque admito que el cierre me ha sabido a poco, como si le faltase más tensión. Deja bastantes cabos sueltos, aunque no sé cómo se resolverán. Ya aviso: conviene leer Las pruebas de Apolo para entender pequeñas conversaciones con Percy y Annabeth, aunque no es algo vital (yo no los he leído aún, aunque sí me he comido spoilers). Justo el año que viene os traeré la saga, así que podré hacer algún comentario al respecto. ¡Nos vemos!
Lo mejor: El ritmo de la historia.
Lo peor: Le ha faltado tensión al final.
"El barco entero, una nave vikinga del tamaño de un portaviones, estaba hecho del mismo material. Y, por desgracia, yo sabía lo que era: las uñas de las manos y los pies de los muertos deshonrosos, miles y miles de millones de asquerosos pedazos de zombi, ensamblados con magia maléfica de pedicuro hasta crea el Naglfar, el Barco de Uñas, también conocido como Barco de los Muertos."
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