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sábado, 31 de octubre de 2020

La noche que el monstruo volvió a la ciudad ~ Sandra Dols

 ¡Buenas tardes, Devoradores!

Hoy vengo a presentaros un libro que compré en la Feria del Libro de Santander. Si os soy sincero, lo primero que me llamó la atención fue la portada, que me recuerda un montón al anime The Ancient Magus Bride. Luego leí la sinopsis y pensé: ¡Qué demonios, lo compro! Y aquí estoy, tras haber devorado una historia que me ha mantenido atrapado durante unos días. ¡Vamos allá!



Título: La noche que el monstruo volvió a la ciudad
Saga: Autoconclusivo
Autor: Sandra Dols
Editorial: Editorial Titanium
Género: Juvenil / Fantasía
Páginas: 294
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-12115-69-7

Un día, cuando Adriell Sullivan era un niño, un monstruo se le apareció encerrado en el espejo de su habitación. Lo aterró cada día y cada noche durante meses, y antes de marcharse le prometió que regresaría.
Un día, cuando Adriell era ya un joven, el monstruo lo cumplió. Pero esta vez no venía a aterrorizarlo, venía a pedirle un favor.
El monstruo lo sabía todo sobre él. Conocía sus secretos y los miedos que negaba tener. Sabía que su padre había muerto. Sabía que su madrastra jamás le permitiría ir a las fiestas de Saint Michel para ver a la persona a la que más ansiaba ver…
El monstruo le prometió que lo ayudaría.
Pero a cambio, el monstruo quería que Adriell lo liberara. Y eso era lo que él más temía...

OPINIÓN PERSONAL

"Cuando el joven se enfadaba, un incendio quemaba su alma. Entonces debía escoger entre convertirse en cenizas o destruir.
Adriell había optado por destrozar su casa.
Cuando hubo acabado, se sentía arrepentido pero sobre todo agotado, sin aliento y con su cabello y su espalda empapados en sudor. No lograba reconocerse en el espejo, era más parecido a una pobre bestia moribunda que a un chico de quince años."

De acuerdo, comenzamos con la historia. Adriell Sullivan es un chico con una vida de pesadilla. Tras perder a su madre de pequeño, ahora ha perdido a su padre en un viaje a las montañas con su madrastra. Desde entonces, el chico se ha vuelto más iracundo y paga con todos su dolor y su rabia interior. Cuando parece que las cosas no pueden ir a peor, aparece Ness, el monstruo que le aterró cuando solo era un niño.

Sin embargo, las intenciones del monstruo al principio no parecen tan malas. Las fiestas de Mount Saint-Michel están a punto de comenzar y Ness ayudará a Adriell a acudir para que pueda reunirse con Tev, el chico del que está enamorado. Aunque la primera noche transcurre sin que el chico deba pagar algo a cambio, el monstruo pronto le presentará sus condiciones: si quiere su ayuda, ha de liberarlo.

Mientras Adriell evita caer en las trampas de Ness, los secretos sobre su familia comienzan a salir a la luz. La llegada de Leo, su primo, empeorará aún más las cosas. Adriell deberá afrontar toda la nueva información sin destruirse a sí mismo, a pesar de que la ira y la traición son un puñal clavado profundamente en su pecho.

"No quería darse la vuelta, porque a su espalda estaba el causante de aquellos golpes.
A su espalda, estaba el que lo había estado desvelando cada noche desde hacía días.
Adriell se dio la vuelta, y cuando lo hizo se le heló la sangre, y se quedó tan pálido como el marfil de las teclas de su piano.
Dentro del espejo, había un monstruo atrapado."

Y esa es más o menos la historia. Adriell, nuestro protagonista, es un chico de quince años que vive en Mount Saint-Michel, una pequeña ciudad francesa que, cuando sube la marea, queda aislada del resto del mundo. Aunque es conocida por ser un destino turístico, la gente de allí lo ve como una pequeña cárcel en la que todos se conocen y no existen secretos. O eso piensan.

Adriell está pasando una mala racha. Tras perder a su madre cuando era pequeño, ahora ha perdido también a su padre en un viaje a las montañas. La única testigo del accidente es su madrastra, con la que vive. Junto a Madelyn, su hermanastra, los tres forman una familia desestructurada que lucha por salir adelante a pesar del duro golpe y de la falta de dinero.

Sin embargo, el chico se ha encerrado en sí mismo y no es capaz de compartir lo que siente con nadie. Cada dos por tres sufre ataques de ira, que le llevan a destruir todo a su paso hasta que se tranquiliza. La única con la que se siente a gusto es con Diara, su mejor amiga, una chica que se mueve como un fantasma y que conoce todos los secretos de la pequeña ciudad.

Cuando Leo, el primo desaparecido de Adriell, aparece en casa, comienzan los problemas. El chico ha tenido problemas desde pequeño y Adriell, a pesar de tener menos años, siempre estaba ahí para ayudarle. Ahora solo se siente abandonado por el primo que desapareció sin aviso. Poco después, un nuevo visitante aparece en el espejo de su cuarto: Ness, el monstruo que le aterró de pequeño.

Al principio, Adriell teme las intenciones de la criatura, que se mueve por los espejos y no puede cruzar al mundo real. Sin embargo, cuando Ness le ayuda a colarse en las fiestas de la abadía de Saint-Michel, comienza a pensar que el monstruo quizá sea la única persona que sabe todo sobre él sin criticarle, que quizá se preocupe por él. Cuando Ness le cuenta una pequeña pista sobre la verdadera muerte de su padre, la vida de Adriell cae en picado en una vorágine de odio, traición y dolor.

Y de la historia no puedo contar más, ya que me he dado cuenta de que la trama se centra mucho en la evolución de Adriell y en cómo trata de buscar un vestigio de luz dentro de toda la oscuridad que lleva tiempo rodeándole. Así que voy a hablaros de los personajes. El primero, lógicamente, es Adriell, un chico cuya carácter no ha terminado de gustarme. Es un chico iracundo, en muchas ocasiones cruel, aunque llega a demostrar que tiene corazón. Entiendo que es alguien con problemas y con una vida dura, pero sus arrebatos de ira son quizá un poco exagerados.

A su lado tenemos a tres mujeres. La primera es su madrastra, una mujer religiosa que decidió hacerse cargo del hijo de su pareja. Aunque intenta comportarse como una verdadera madre, es cierto que Adriell le pone las cosas muy difíciles. Madelyn, su hermanastra, es la tercera de la familia. Es algo mayor que Adriell y no suele meterse en su vida. Pero, cuando las discusiones entre él y su madrastra empeoran, ella es una de las principales afectadas. Luego tenemos a Diara, la mejor amiga de Adriell, un alma libre que siempre sabe qué decir para conseguir lo que quiere.

Por otro lado, hay tres chicos. El primero, si se le puede llamar chico, es Ness, el monstruo que aterrorizó a Adriell de pequeño. De primeras, sus intenciones son ayudar al chico para que le libere, pero luego vemos que su personalidad es mucho más profunda y compleja. Tiene una relación de amistad-colegueo con Adriell y suele usar mucho el tono irónico. El segundo chico es Tev, el hijo del policía y miembro de la familia que posee la abadía. Es un joven que sufre ceguera y del que Adriell está enamorado. Es, literalmente, un ser de luz. Y el tercero es Leo, el primo de Adriell, un chico que sufre me atrevería a decir que esquizofrenia. Aunque no es mal chaval, sus ataques le pueden volver peligroso.

Antes de terminar, hablemos del estilo. Una cosa que me ha confundido a veces es el foco de los capítulos. Algunos están conectados perfectamente, pero otras veces nos sueltan historias del pasado o sobre algún otro personaje. Cuando pasa esto, a veces desubica un poco. Y luego está el tema de las comas y la puntación en los diálogos, que en muchas ocasiones no estaban bien puestas.

Y eso os contaré. Es una historia que me ha gustado bastante. Solo decir que, llegado un momento, el desenlace parece previsible, hasta que llega la última página y te suelta un hachazo que te descoloca. Aunque no he llegado a empatizar con Adriell, sí que le he cogido simpatía, y me ha llegado a dar un poquito de pena. Espero conocer algo más de la autora, porque su toque irónico y los chistes (bendito baptisterio romano del siglo primero) me han encantado. ¡Nos vemos!

Lo mejor: La evolución de Adriell.
Lo peor: Los errores y los cambios en los capítulos.

"—Primero debo aterrarte. Debo hacer que comprendas que soy un ser poderoso y puedo hacer mucho, mucho daño a los demás —Cada palabra que soltaba el monstruo hacía que Adriell se encogiera más y más. De repente su voz grave cambió, y el niño creyó ver unos dientes que perfilaban una sonrisa—. No me mires así, después de eso me iré. Te dejaré durante mucho tiempo. Te olvidarás de mí. Y algún día regresaré.
—¿Pero por qué?
—Porque tú querrás algo de mí, y yo quiero algo de ti."

NOTA


4/5
No solo los monstruos son peligrosos




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