Acosado #1 ~ Kevin Hearne

¡Buenas tardes, Devoradores!

Hoy os traigo un libro que leí hace mucho y que me enamoró. Aunque es una saga larga, en español solo hay dos volúmenes, por lo que me he propuesto ir siguiéndola en los dos idiomas. Es una historia con una gran base de mitología celta, algo de lo que controlo poco, de ahí que disfrute leyéndola y aprendiendo a la vez. ¡Vamos allá!

Título: Acosado

Título original: Hounded

Saga: Crónicas del Druida de Hierro (1)

Autor: Kevin Hearne

Editorial: Timun Mas

Traducción: Rocío Monasterio Briansó

Género: Fantasía / Juvenil

Páginas: 286

Encuadernación: Tapa blanda

ISBN: 978-84-48038-71-7

Atticus O'Sullivan es uno de los últimos druidas que quedan sobre la tierra. Vive tranquilamente en Arizona donde regenta una librería especializada en ocultismo. Los vecinos y sus clientes creen que este apuesto joven irlandés tiene unos veintiún años, cuando en realidad tiene veintiún siglos. Sus poderes los obtiene de la tierra, posee un acusado ingenio y es el propietario de Fragarach, la que responde, una espada mágica.

Pero un enfurecido dios celta perturba la paz que ha hallado. Durante siglos ha intentado hallar a Atticus para hacerse con su espada y ahora, por fin, lo ha hecho. El druida necesitará todos sus poderes y más para enfrentarse a lo que se le viene encima. Un poco de aquella «suerte irlandesa» -ya algo pasada de moda- no le vendrá mal, así como la ayuda de una seductora diosa de la muerte, una vampira y un hombre lobo.

OPINIÓN PERSONAL

"Cuando la gente me pregunta la edad, les respondo sin más que veintiuno. Si dan por hecho que me refiero a años, en vez de a décadas o siglos, no es culpa mía, ¿verdad? De hecho, todavía me piden el carné, algo que, como podría confirmar cualquier persona con cierta edad, resulta bastante halagador."

De acuerdo, comenzamos con la reseña. Atticus O´Sullivan, a simple vista un joven irlandés de veintiún años, es en realidad un druida de veintiún siglos. Tras vivir un sinfín de aventuras e historias, ha terminado en Arizona, donde busca una vida tranquila y fuera de peligro. Sin embargo, el druida está en posesión de una espada mágica, que lleva escondiendo mucho tiempo, y que será la culpable de perturbar su calma.

La llegada de Morrigan, la diosa de la muerte, a su tienda de ocultismo no será más que el inicio de una serie de problemas. Tras mucho tiempo oculto, Atticus ha sido localizado por Aenghus Óg, dios celta del amor y parte de los Tuatha Dé Dannan, que está empeñado en que la espada le pertenece y lleva enviando sicarios a por Atticus durante siglos.

Ahora que el dios anda cerca y pretende tenderle una trampa, Atticus deberá decidir si seguir huyendo o luchar para poner fin a la persecución. Sin embargo, ambos bandos cuentan con aliados muy poderosos, lo que supondrá un enfrentamiento en el que habrá brujas, hombres lobos, vampiros, demonios y dioses.

"Funciona más o menos así: si me gusta, es bueno y quiero más; si me disgusta, debe ser destruido y cuanto antes mejor, pero preferiblemente de forma que ensalce mi reputación y me haga alcanzar la inmortalidad en las canciones de los bardos. En pocas palabras, no piensan como la gente moderna, y por eso los Fae tienen un sentido del bien y del mal tan retorcido para los tiempos que corren."

Y esa es más o menos la historia. Antes de explicar nada más, me gustaría hacer un apunte sobre la maquetación del libro que me parece un error muy gordo de traducción. En la sinopsis de la contraportada pone que Atticus contará con la ayuda de una vampira. Error: es un vampiro. Y lo siento, pero estas me parecen muy graves viniendo de una editorial.

Aparte de eso, vamos un poco con la trama. Atticus O'Sullivan, antiguamente conocido como Siodhachan Ó Suileabháin, es un druida con una veintena de siglos a la espalda. Tras haber participado en toda clase de eventos históricos, desde guerras hasta conquistas y caídas de imperios, se ha mudado a Arizona en busca de paz. Y no ha escogido el lugar al azar. Se trata de un lugar desprovisto de los árboles simbólicos de los Fae, los cuales los usan como portales, por lo que no espera ninguna visita indeseada por su parte.

Sin embargo, la vida de Atticus no es tranquila del todo. Tras muchos años siendo perseguido, ha desarrollado una paranoia que le hace sospechar de todo, algo que le ha salvado de muchas muertes poco agradables. La llegada de Morrigan, diosa de la muerte y deidad con la que tiene un pacto, viene con una noticia que lleva tiempo esperando: Aenghus Óg, dios celta del amor, se acerca a la ciudad para reclamar Fragarach, una espada mágica capaz de atravesar cualquier armadura, ya que afirma ser el dueño legítimo.

Atticus, que ya ha matado a cientos de sus sicarios, está harto de huir. Aunque Morrigan se lo recomienda, el druida decide plantar batalla al dios, a pesar de que no las tiene todas consigo. Sabe que Aenghus se mueve mucho en las sombras, por lo que pronto tendrá que vérselas con un alquelarre de brujas, policías y varios asesinados ficticios (y algunos reales).

Eso sí, su arsenal de poderes mágicos no se queda corto. Como druida ya viejo, conoce una infinidad de hechizos y formas de canalizar la fuerza de la naturaleza, puente de poder para los Fae y las criaturas sobrenaturales. A través de los tatuajes que recorren su cuerpo, Atticus es capaz de camuflarse, invocar los elementos, curarse rápidamente e incluso crear un amuleto que le protege del poder arrollador de los dioses.

Y no estará solo. A su lado tiene a Oberón, un lebrel que es su fiel compañero. Juntos, los dos amigos tendrán que hacer frente a los peligros, mientras intentan tomárselo con humor. Además cuenta con un hombre lobo y un vampiro como abogados, por lo que los problemas legales no son un inconveniente. El asunto se complica, de todos modos, cuando varios Tuatha Dé Dannan deciden usarle como herramienta para sus caprichos, metiéndole de lleno en una pelea por el trono y el control del Tír na nÓg.

A nivel de historia, es una trama muy dinámica, siempre con algún acontecimiento. Si no son peleas a muerte, son dioses liándola parda o Atticus haciendo "amigos". Al estar narrada en primera persona, vemos a través de los ojos del druida cómo ocurre todo. Por ello, también contamos con comentarios irónicos, comparaciones con la antigüedad, motes graciosos... Y las conversaciones con Oberón, que son en cursiva para dar a entender que son telepáticas. El perro, que es fiel a Atticus, adora que este le cuente historias. La última, que es de Gengis Khan, hace que Oberón quiera ser un conquistador, con hordas de soldados y caniches francesas para él solito.

También avisar de que apenas hay información sobre la mitología celta, sino que muchas veces sueltan nombres de dioses o criaturas y tienes que aceptarlo tal cual. Yo he tenido que buscar algún término suelto, aunque la mayoría lo conocía. Lo que sí explican bien es cómo funciona la magia de los druidas y la de las brujas, completamente opuestas.

Como historia, es una trama que recomiendo por el toque humorístico que tiene siempre. Es entretenida, con su dosis de acción y sus momentos tensos. Es verdad que a veces falta algún momento de reflexión, porque va todo seguido, pero tampoco es arrolador. Atticus y Oberón son un equipo protagonista increíble, sobre todo por la afinidad que se nota entre ellos y cómo entienden las bromas del otro. Os la recomiendo sí o sí. ¡Nos vemos!

Lo mejor: Los personajes y la explicación sobre la magia.

Lo peor: Falta más información sobre la mitología.

"Ligamos o desligamos elementos: cuando me transformo, estoy uniendo mi espíritu a la forma de un animal. Invocar niebla o el viento también es una forma de ligar elementos, al igual que lo es camuflarme o permitir que Oberón me lea el pensamiento. Todas estas cosas son posibles porque estamos unidos a la naturaleza en la que vivimos. No podríamos ligarnos a nada, si no existieran los hilos que nos unen a todo el mundo natural."

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NOTA

4/5

Aenghus Óg está muy cerca