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viernes, 25 de marzo de 2022

El hambre de los dioses ~ Laura Arenas

¡Buenas tardes, Devoradores!

Aquí llego con la cuarta novelette, que abre la segunda mitad de la lectura programada. En cierta manera, esta historia se puede decir que continúa lo que nos mostraban en el relato de A la Caza de lo Invisible. ¡Vamos allá!



Título: El hambre de los dioses
Saga: Autoconclusivo
Autor: Laura Arenas
Editorial: Insomnia Ediciones
Género: Ciencia ficción
Páginas: 278
Encuadernación: Digital
ISBN: 978-84-19217-01-1

La colonia de Raleigh se muere y Jerah, uno de los ingenieros del Templo, debe seguir las órdenes de la diosa y viajar más allá de las fronteras de lo que siempre ha conocido. Está dispuesto a todo para salvar a su gente, incluso a aliarse con Kiran Gadhavi, uno de los peligrosos terroristas de los Soles.
Lo que nunca habría imaginado es que durante su misión llegaría a cuestionarse sus creencias y su fe en pos de descubrirse a sí mismo.

OPINIÓN PERSONAL

"La central de energía estaba vieja, no daba abasto. Se estropeó. La presencia iba a arreglarla, con sus artefactos. La presencia era... La sacudida de la comprensión le hizo boquear y negar con la cabeza tanto que los finos dedos de la criatura abrieron heridas en su piel oscura al clavarse para no salir despedida.
—¿Diosa? ¿Eres tú?"

De acuerdo, vamos con la historia. Jerah es un joven devoto que vive en el templo, ayudando y tratando de mantener el pie la colonia subterránea de Raleigh. Justo cuando su fe empieza a tambalearse, se cruza con las manos de la Diosa, la deidad a la que reza, la cual entra en contacto con él a través de sus conexiones corporales y le indica cómo proceder.

Sin embargo, Jerah apenas tiene tiempo de seguir sus órdenes cuando los Soles, un grupo terrorista, ataca el templo. El devoto logra captura a Kiran, uno de ellos, y la Diosa ve su oportunidad. Como opción a no ser "reciclado", Kiran acepta guiar a Jerah hasta Sperber, una colonia más avanzada en tecnología y con lo necesario para resucitar Raleigh.

A pesar de su terrible pasado allí, Kiran sabe que ese trato es la única forma de seguir vivo. Dejando a un lado su odio hacia los entes biónicos como Jerah, el joven Sol intentará cumplir su parte del trato lo más rápido posible y alejarse de su compañero de viaje, aunque el tiempo juntos y la cercanía no se lo pondrán fácil.

"«Nada de lo que me hagan puede ser peor que lo que ya me han hecho, nada de lo que pase puede ser peor que lo que ya ha pasado». Me lo repito y repito, con tanta fuerza que casi me descarno. Es un consuelo muy pequeño, haber alcanzado el límite, pero me sirve. Tiene que servirme. Lo que quedó atrás me ayuda a poner todo en perspectiva. Nada, nada en absoluto, puede ser peor que mi pasado."

Y esa es más o menos la historia. Nos encontramos en un mundo abrasado por la potente luz solar. Los habitantes decidieron refugiarse en colonias subterráneos, donde la vida ha logrado prosperar a duras penas. En Raleigh, uno de estos asentamientos, los recursos comienzan a agotarse y la tecnología está obsoleta, a pesar de la fe ciega de sus ciudadanos en la Diosa.

Jerah, nuestro protagonista, es un joven devoto que de niño fue entregado al templo. Allí, su cuerpo fue modificado para acceder a la tecnología, a los conocimientos y, si tiene suerte, a las profecías de la Diosa, en silencio desde hace mucho tiempo. Justo cuando el chico empieza a perder la fe, encuentra unos artefactos en la sala de mantenimiento, que se lanzan contra él. Uno de ellos se conecta con el puerto que tiene en la nuca y descubre algo imposible: esos aparatos son las manos de la Diosa, que le habla a través de la nueva conexión.

Siguiendo sus órdenes, Jerah comienza a realizar tareas en la colonia, pero sabe que son meros parches en la herida de su esperanza de vida. Cuando los Soles, un grupo terrorista, atacan el templo y Jerah atrapa a uno de ellos, ven la solución: Kira Gadhavi, cuya información muestra que no nació allí, le guiará hasta Sperber, una colonia cerca de la superficie, donde los avances son mejores y podrían servir para reparar Raleigh.

En este punto, nos encontramos una doble narración. Por un lado, tenemos a Jerah, cuya personalidad ha quedado apagada por su parte de máquina. Es manso, no entiende el sarcasmo y teme todo lo desconocido. Kiran, en cambio, es agresivo, iracundo, enérgico y vivaz, aunque todo eso no es más que un muro de defensa que oculta el trauma que tiene.

Lógicamente, ambas personalidades chocan mucho al principio. Jerah hace cosas con buenas intenciones, Kiran se ofende porque un ser biónico es majo con él y comienzan los insultos. Ese odio que siente Kiran, además, comienza a disiparse al descubrir que Jerah también es parcialmente humano, que su piel es suave y desprende calor y que siente dolor como todos. Lo peor, sin embargo, implica el destino del viaje, ya que es el origen de su trauma aunque no quiera decírselo a Jerah.

En general, es una historia con una base muy buena. Nos encontramos en un mundo post-apocalíptico donde tecnología y fe se juntan en unos "dioses" que ayudan a mantener la estabilidad. Sin embargo, he echado en falta más contexto. No me queda claro cómo funciona Raleigh, tanto a nivel de religión como la vida normal o su apariencia paisajística. Luego está el asunto de Kiran: se pasa toda la narración insultando. En cada párrafo hay un "puta", "joder", "cojones" y demás. Hay momentos que se me hace muy forzado. Entiendo que es un personaje rabioso, pero hay formas mejores de mostrarlo sin caer en las palabrotas.

Y eso os contaré. La historia me ha gustado, a pesar de esos dos inconvenientes. Lo bueno de las novelettes es que se devoran en nada. El nivel que están demostrando todas es increíble, en serio. Me ha gustado mucho la idea de qué son los dioses, aunque no diré nada más jajaja. ¡Nos vemos!

Lo mejor: La trama.
Lo peor: El contexto flojo y las palabrotas.

"Parpadeo y vuelvo a mi sitio, un dócil corderito. El shock me ha derruido y no puedo recomponerme hasta estar de nuevo solo, bajo la atenta mirada parpadeante de la guardia. En el silencio de tanta luz, no puedo volver a dormir.
No cuando acabo de hacer un trato con un demente."

NOTA


3,75/5
Raleigh se muere



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