Devorador de libros: Sangre de peluche #0.5 ~ Chechu Cilleros

¡Buenas tardes, Devoradores!

Aunque hace un tiempo que terminé la trilogía de Creadores de Magia, Chechu me sorprende de nuevo con este breve relato en el que nos explican el temor de Tahy, la onírice dragón, hacia los ositos de peluche. ¡Comenzamos!

Título: Sangre de peluche

Saga: Creadores de Magia (0.5)

Autor: Chechu Cilleros

Editorial: —

Género: Fantasía

Páginas: 22

Encuadernación: Digital

ASIN: —

OPINIÓN PERSONAL

"Tras saciar su sed y descubrir cómo una rebosante energía recorría su atlético cuerpo observó el cadáver entre sus dedos. Parecía un pequeño oso de peluche, con unos grandes ojos redondos, aunque ahora vacíos de vida y el cuerpo sedoso por el pelo que lo cubría por completo.

—Cada vez os escondéis mejor —regañó a la criatura que parecía un muñeco de trapo—. Me estáis dando mucho trabajo y eso no me gusta."

Antes de nada, comentar que es un relato en borrador, por lo que no tiene sinopsis aún. De ahí el rediseño de la cabecera de reseña para que no quede muy vacío.

De acuerdo, comenzamos con la historia. Todo transcurre tras la trama de Creadores de Magia, cuando ya Cory y Alex salen oficialmente y tienen a su pequeña Heny con ellos. Mientras compran un regalo de cumpleaños a su hija, Cory ve un osito de peluche y le pregunta a Alex sobre el miedo atroz que siente Tahy por esos muñecos.

En ese momento empieza el relato como tal en forma de recuerdo, cuando Alex, Tahy y Gabriel aún eran Guardianes más inexpertos. Los tres eran comandados por Rakya, onírice makara y líder de los Guardianes.

Cansados de vigilar y resolver problemas demasiado sencillos, los tres Guardianes se ven atrapados en un caso de matanza indiscriminada contra los boobees, criaturas similares a peluches, por parte de un ser que busca la inmortalidad.

"—Hola, Rakya. Ven, siéntate con nosotros y tómate algo —ofreció Alex con una sonrisa bobalicona y las mejillas claramente sonrojadas mientras aireaba la mano para que la silla libre se acercara hasta la makara. Esta lo miró con desaprobación sintiendo como Tahy y Gabriel se encogían en sus asientos avergonzados. La joven rechazó la invitación y permaneció de pie.

—Como Guardianes de Núbbalis deberíais estar patrullando y controlando que cada zona esté segura y todas las criaturas a salvo. Y en cambio os encuentro aquí perdiendo el tiempo."

Esa es más o menos la historia. Tampoco puedo contaros mucho porque es un relato corto, así que evitaré los spoilers. Al comienzo de la historia, tenemos la breve introducción de Cory y Alex y luego una presentación de Shabalmat, un esclavo egipcio que fue encerrado en una pirámide, con las cadenas incrustadas en sus huesos y en el muro. Sin embargo, Shabalmat era un psicomante, por lo que era capaz de manipular sus cadenas como armas. Cuando la puerta a Núbbalis de abrió, invitando a todos los Creadores de Magia, el hombre entró con un fin: buscar la forma de mantenerse joven eternamente.

¿Qué descubre? Que la sangre de boobees es el mejor elixir para conseguirlo. Sin embargo el efecto se pasaba pronto, por lo que necesitaba una dosis más continua.

Por otro lado, los tres jóvenes Guardianes están hartos de hacer misiones sencillas y se dedican a beber, olvidando sus obligaciones. En esa época, Alex era un chico orgulloso, fanfarrón, que presumía de un gran poder desaprovechado. Lo que no esperan es ser manipulados por su enemigo, sobre todo Tahy, que terminará sufriendo un terrible pavor a todo lo que se parezca a un boobee, los cuales son similares a ositos de peluche.

Dentro de la historia, el personaje nuevo a conocer es Rakya, la antigua líder de los Guardianes, una onírice de makara con poder sobre las tormentas. Es responsable y atenta, siempre preocupándose por sus tres pupilos, pese a que a veces son un poco irresponsables.

Aunque ya sentía mucho cariño hacia Tahy tras leer Creadores de Magia (es mi personaje favorito después de Kiara), en esta historia la he sentido aún más cercana, porque es muy raro verla sintiéndose indefensa. Hay un momento que me dio muchísima pena.

La historia como tal me ha gustado bastante, aunque pensé que el malo daría más problemas (que los da, pero le atrapan muy rápido). Descubrimos, además del terror de Tahy, por qué Alex apenas sonríe y es tan serio, siempre cumpliendo su responsabilidad y olvidando la felicidad.

En general, es un relato que no está mal leer para saber un pongo más sobre los personajes que no son directamente Cory, el protagonista. Me ha extrañado que Gabriel no tuviera apenas importancia. Además, el final enlaza directamente con el comienzo de La Lágrima del Guardián, el primero libro de Creadores de Magia. ¡Nos vemos!

Lo mejor: Conocemos mejor a los personajes.

Lo peor: Gabriel tiene muy poca importancia.

"—Se han hallado varios cadáveres de boobees en las zonas boscosas del norte de Tirika. Debéis partir de inmediato y evacuar al resto de su población y llevarlos a un lugar seguro. No sabemos qué los está atacando ni el motivo, pero no podemos permitir que sigan masacrándolos.

Tahy se llevó las manos a la boca para ahogar un grito de horror. Gabriel sintio como el corazón le latía de pena y miró a Alex quien parecía tener problemas en controlar su aura de fuego llevado por la ira."

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