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jueves, 27 de septiembre de 2018

Silbidos de supresión ~ Marcos Nieto Pallarés

¡Buenas tardes, Devoradores!

Hoy vuelvo con una nueva colaboración de Marcos Nieto, un autor ya recurrente en este blog. Sus novelas negras siguen sorprendiéndome, siempre con ese toque duro y con todo lujo de detalles. Aunque al principio pensé que Silbidos de supresión tenía toques históricos, son detalles de cultura general que no cuesta nada ubicar. ¡Vamos allá!

Título: Silbidos de supresión
Saga: Autoconclusivo
Autor: Marcos Nieto Pallarés
Editorial: Autopublicado
Género: Policiaca
Páginas: 194
Encuadernación: Digital
ASIN: B07FRBLRYY


Una vida marcada por el Holocausto. Una juventud malograda por el Tercer Reich. Un relato que transita por el gueto de Varsovia y el campo de concentración de Auschwitz, hasta alcanzar el presente. Una venganza sin cumplir heredada setenta y tres años tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Un plan perpetrado desde el odio con un único fin: saldar cuentas con aquellos que pretendieron aniquilarlos.

La mayor atrocidad cometida por el hombre dejó una huella imborrable.
Ahora, alguien emula sus horribles métodos de exterminio.

Mi nombre es Jeray Miller, detective de homicidios en la ciudad de Phoenix, Arizona, y voy a relataros el caso más escalofriante que he tenido —junto a mi compañera y con la ayuda de mi esposa— el «placer» de investigar.

OPINIÓN PERSONAL

"Se acercó a la nave abandonada. No creía lo que a punto estaba de hacer, y que, durante mucho, no se vio con fuerzas de llevar a cabo. Pero allí estaba, conduciendo y con un hombre narcotizado en el maletero."

De acuerdo, vamos con la historia. Todo comienza con nuestra asesina, cuya identidad no conocemos pero sí sabemos su género y su proceder en los crímenes. Está a punto de llevar a cabo su primer paso para conseguir la venganza, un paso seguido de muchos bañados en muerte sin misericordia.

Jeray Miller, nuestro protagonista, es un detective de homicidios que se encuentra ante una serie de casos espeluznantes. Un anciano ha sido encontrado en una fábrica abandonada. La escena del crimen se asemeja demasiado a las ejecuciones del campo de concentración de Auschwitz. Para colmo, la víctima era un superviviente judío.

Lo que en un principio parece la obra de un imitador termina siendo una serie de asesinatos que claman venganza por la historia que tuvo lugar muchos años atrás. Un crimen que verá entremezclados pasado y presente, con un odio que ha sido heredado y cuyo fin es aniquilar a los traidores.

"El primer impacto resultó turbador, como si mis pupilas hubieran chocado de frente con la instantánea: un hombre desnudo, sujeto por pies, cintura y cuello a un pilón de madera clavado en el suelo, rodeado por vigas grises que contrastaban con el anaranjado de una pared de ladrillos a su espalda; muro manchado con la sangre del «estacado». Pude apreciar también arena a sus pies."

Y esa es más o menos la historia. Cuando Jeray recibe una llamada de la comisaria, lo último que espere es tener un accidente de coche y verse obligado a quedarse en casa. Gracias a su compañera Jailene, consigue una serie de fotos sobre la escena del crimen, que analiza con su mujer Yanet, compañera en secreto dentro de sus investigaciones.

La primera de varias víctimas es un hombre mayor, un judío superviviente de la Segunda Guerra Mundial, cuyo asesinato se asemeja al Paredón de la Muerte de Auschwitz. Aunque al principio todo apunta a un imitador, el primer fallo de la asesina se deja ver: hay un tablón de madera con una huella dactilar, perteneciente a un joven pandillero.

Aunque Jeray sabe que el chico no tiene nada que ver, una serie de coincidencias les llevará a su principal sospechosa y a una historia del pasado, en el que el odio hacia los nazis era mejor que el odio hacia los judíos que les ayudaban.

Junto con los capítulos de Jeray, también tendremos dos historias más. Por un lado, conocemos a la asesina desde el principio y nos deja ver su proceder, así como los planes que tiene. Por otro lado, tenemos la historia de Irena, una niña que vivió en el gueto de Varsovia y que perdió todo de camino al campo de concentración, el paraíso que les habían prometido y que resultó ser un infierno en vida.

Una cosa que me ha hecho mucha gracia es el trabajo en equipo entre Jeray y Yanet. Aunque el detective es bueno en su trabajo y es muy estricto, no tiene inconveniente en mantener al tanto de sus investigaciones a su mujer, la cual será indispensable para encontrar varias pistas e ir tejiendo las teorías sobre el caso.

Los que me leéis ya sabéis que no soy un gran fan de las historias con toques históricos, principalmente porque mezclo fechas y siempre me pierdo detalles importantes. Aun así, esta novela está muy bien ambientada, explicando todo muy bien. Por ello, me ha gustado incluso la parte del pasado, ya que está muy bien narrado y nos pone en situación sin centrarse tanto en fechas y acontecimientos importantes.

De nuevo, Marcos me sorprende con un caso policial interesante y tenso, con la policía siempre un paso detrás de la asesina. La trama está muy bien trabajada, con un caso muy realista y una serie de coincidencias que son creíbles. Me da pena que sea volumen único, ya que el equipo de Jeray (junto a Yanet) y Jailene me ha gustado bastante. Ahora toca esperar para ver con qué me sorprende la próxima vez. ¡Nos vemos!

Lo mejor: La trama y la buena ambientación.
Lo peor:

"No incumplíamos ley alguna, pero preferíamos pasar inadvertidos cuando investigábamos juntos: procedimiento que muchos no entenderían. Además, Jailene podría sentirse menospreciada. Aunque en realidad, Yanet solo ejercía de cónyuge: yo se lo contaba todo como el buen marido que era, y ella opinaba al respecto como cualquier buena esposa."

NOTA


5/5
El odio del pasado surge en el presente




3 comentarios:

  1. Soy especialmente apasionada de las historias que envuelven de alguna manera sucesos de la Segunda Guerra Mundial. ¡Me la apunto! Muchísimas gracias por la reseña.

    Nos vemos entre páginas
    La vida de mi silencio

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  2. Hum, pues aunque el tema de los judíos me parecía interesante, a medida que te he ido leyendo he visto que la obra no era de mi estilo y he perdido interés. Eso sí, la portada es preciosa.

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