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martes, 11 de mayo de 2021

Los chicos del cementerio ~ Aiden Thomas

¡Buenas tardes, Devoradores!

Hoy regreso con una de las novedades de Kakao Books, esa editorial que poco a poco se está abriendo paso dentro de las empresas LGTB-friendly del mundo de la literatura. Este libro me llamó mucho sobre todo por la temática, ya que nos presenta una ambientación basada en las creencias latinas sobre cómo tratar la vida y la muerte. ¡Vamos allá!



Título: Los chicos del cementerio
Título original: Cemetery Boys
Saga: Autoconclusivo
Autor: Aiden Thomas
Editorial: Kakao Books
Traducción: Ana Ramírez Requena
Género: Juvenil / Romántica / Fantasía
Páginas: 430
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-121895-6-8

Yadriel es un nahualo, un brujo con la capacidad de invocar y liberar a los espíritus que rondan el cementerio. Pero también es transgénero, algo que no casa bien con su familia latina tradicional.
Cuando Yadriel realiza su ceremonia de quince años e invoca a su primer espíritu, este resulta ser Julián Díaz, el chico malo del instituto, que exige saber cómo murió y por qué. Yadriel accede a ayudarlo... pero cuanto más tiempo pasa con Julián, menos ganas tiene de que se vaya.

OPINIÓN PERSONAL

"Su ceremonia de quince años se había pospuesto indefinidamente. El pasado mes de julio había cumplido los dieciséis y ya estaba harto de esperar.
Para demostrar a su familia lo que era, quién era, Yadriel necesitaba celebrar su propia ceremonia de quince años, con el permiso de sus familiares o sin él. Su papá y el resto de los nahuales no le habían dejado otra opción."

De acuerdo, comenzamos con la historia. Yadriel es un chico incomprendido dentro de su comunidad. Como nahualo, tiene la responsabilidad de ser un enviado de la Santa Muerte y ayudar a los espíritus a cruzar al otro lado. Sin embargo, su condición de chico trans ha hecho que toda la comunidad nahuala no le permita celebrar su ceremonia de quince años y acceder a los poderes.

Desesperado por que le reconozcan, Yadriel y su prima Maritza deciden celebrar la ceremonia por su cuenta y el chico consigue lo que siempre ha querido. Sin embargo, para ser aceptado ha de demostrar que es capaz de usar sus poderes e invoca a un fantasma, Julián Díaz, un chico que ha muerto pocas horas antes y que no está dispuesto a marcharse tan fácilmente.

Mientras los dos primos ayudan al difunto a solucionar sus últimos problemas en vida, la comunidad nahuala se altera cada vez más tras la desaparición de uno de sus miembros. Yadriel y Julián, que en un principio son dos polos opuestos, empezarán a sentir algo, a pesar de que su relación tiene una fecha de caducidad muy cercana.

"Ni siquiera le dejaron intentarlo. Era más fácil ocultarse detrás de sus tradiciones que desafiar sus creencias y su comprensión de cómo funcionaban las cosas en el mundo de los nahuales.
Aquello hacía que Yadriel se sintieron avergonzado de ser quien era. Sentía que aquel rechazo flagrante era personal, porque lo era. Era un rechazo abierto hacia su persona: un chico transgénero que intentaba encontrar su lugar en su comunidad."

Y esa es más o menos la historia. Nos encontramos en el Este de Los Ángeles, lugar donde reside la comunidad nahuala. Ya desde el principio nos explican un poco en qué consiste ser un nahualo: son personas capaces de usar la bendición de la Santa Muerte, actuando como intermediarios entre la vida y la muerte. Los nahualos, por un lado, utilizan portajes en forma de filos para cortar el hilo que une los espíritus a la tierra, de forma que puedan ir al Otro Lado. Las nahualas, por su parte, usan portantes en forma de medallones que las permiten curar, aliviar preocupaciones y dolor... Toda la comunidad está conectada. De esta manera, si alguien fallece, los demás los saben.

Yadriel, nuestro protagonista, es un chico trans al que no le han permitido celebrar su ceremonia de los quince años, momento en el que reciben su portaje y los poderes de la Santa Muerte. Su padre y el resto de la comunidad se resiste a aceptar que no es una chica, aludiendo a que la diosa no lo aceptará, por lo que lleva un año esperando. Finalmente, su prima Maritza le hace un portaje en forma de cuchillo y celebran la ceremonia por su parte, dispuestos a demostrar a los demás que se equivocan.

Pero obtener la bendición de la Santa Muerte no es suficiente. Yadriel quiere usar su portaje para enviar un espíritu al Más Allá y así confirmar que sus poderes son los propios de un nahualo. Mientras investigan la muerte de su primo, que han sentido al momento de realizar el ritual, encuentran un enlace, el ancla que usan los espíritus para seguir en la tierra, y Yadriel decide invocar al fantasma conectado a él.

De esta manera, conocen a Julián Díaz, un chico que acaba de morir. Aunque Yadriel intenta enviarle al Otro Lado sin darle opción, algo le impide contar el vínculo con el ancla, por lo que se resigna a ayudar a Julián. Este solo quiere ver que sus amigos están bien, ya que sus últimos recuerdos son del grupo siendo atacado. A falta de tres días para el Día de los Muertos, momento en el que los nahualos reciben a los nuevos miembros activos, Yadriel empieza la investigación junto a su prima y al fantasma.

A lo largo de la lectura, he encontrado cosas muy buenas y cosas muy malas que me han sorprendido. Por un lado, la novela tiene una gran representación del colectivo, sobre todo porque muestra muy buena documentación al respecto. Vemos el claro conflicto entre tradición y actualidad, ya que la comunidad nahuala está chapada a la antigua. Nos explican muy bien lo que es el necronismo, el conflicto que supone a veces que te acepte tu familia, el dolor al sentirse apartado por ser "diferente"... Además, el mundo creado es increíble, sobre todo porque se basa en creencias 100% reales.

La parte mala, por otro lado, me ha decepcionado bastante. Creo que hay dos puntos muy destacables: primero, nos encontramos con una trama que, en un principio, se va a centrar en la investigación sobre la muerte de Julián y la de Miguel, el primo de Yadriel, que todos saben que ha muerto pero cuyo cuerpo no aparece. Esa trama, llegado un momento, desaparece completamente y todo pasa a centrarse en la relación entre Julián y Yadriel. Y ahí llega el segundo punto malo: la relación. A pesar de que ocurren muchas cosas, solo transcurren unos tres/cuatro días, pero al final están enamoradísimos. Lo siento, pero es un insta-love muy excesivo a mi parecer, sobre todo porque tienen personalidades muy distintas y al principio chocan. Pueden gustarse, sí, pero no ser su amor verdadero tan rápido.

Otro fallo, igual no tan importante porque yo tampoco sabría cómo arreglarlo, es el idioma. Antes de que parezca que me molesta que hablen en latino, voy a explicarme: en la historia se hace referencia a que, en función de quiénes participen en la conversación, hablan en latino o en inglés. Le dan cierta "importancia", pero hay un problema: no se sabe cuándo usan un idioma u otro, por lo que los posibles mensajes emocionales implícitos se pierden completamente.

Es una historia sencilla de leer, amena y con una representación muy bien definida. Quizá los personajes son un poco planos, menos Julián, la verdad. El final lo he notado bastante predecible, sobre todo porque resaltan ciertos detalles repetidamente y claro, la sospecha no tarda en aparecer si tienes un poco de intuición. Aun así, los personajes se hacen querer y el final es sorprendentemente feliz, algo que he agradecido. ¡No vemos!

Lo mejor: El dinamismo de lectura.
Lo peor: El insta-love y cómo la trama principal pierde mucha relevancia.

"Julián dio unos pasos hacia atrás, trastabillando, y su cuerpo fluctuó durante un momento como si una cámara estuviera tratando de enfocarlo.
—Oh, Jesús... —Se llevó ambas manos a la cara y gruñó—: Mi hermano me va a matar.
—Diría que ya va tarde —dijo Maritza atravesando el hombro de Julián con un dedo."

NOTA


3/5
La gente queer somos como lobos. Vamos en manada



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