Devorador de libros: La Conjura de Aramat #1 ~ Victoria Álvarez

¡Buenas tardes, Devoradores!

Cuando salió esta historia, no estaba muy convencido de si leerla o no. Sin embargo, cuando fui al Celsius y supe que Victoria estaría, decidí comprarla para ver si conseguía ponerme a la cola de firmas. No pudo ser, pero luego tuvo lugar la Feria del Libro de Madrid y, bueno, lo vi como otra oportunidad. Que tampoco pudo ser jajaja. Aun así, decidí comenzar el libro en el viaje en tren y descubrí una historia muy trabajada y atrayente. ¡Vamos allá!

Título: La Conjura de Aramat

Saga: La guerra de Gaiatra #1

Autor: Victoria Álvarez

Editorial: Nocturna Ediciones

Género: Fantasía

Páginas: 688

Encuadernación: Rústica con solapas

ISBN: 978-84-17834-84-5

En un país devorado por el desierto, donde la tecnología obedece las leyes de la magia y los deseos de los yinns son más que una leyenda, una sultana se casa cada noche y decapita un nuevo esposo cada amanecer. Nadie en todo Aramat parece dispuesto a alazarse contra ella; nadie excepto su propia hija.

A sus diecisiete años, la princesa Raisha está desesperada por salvar a su madre de un destino atroz. Por eso no duda en escapar del palacio con su último esposo, confiando en que la sultana acabe entrando en razón.

Pero Raisha no tarda en comprobar que las cosas no van a salir como esperaba: el hombre al que ha ayudado no es quien ella creía, el desierto esconde más secretos de los que podía imaginar y más allá de sus fronteras, donde la niebla se extiende sobre un reino de engranajes oxidados y las nubes envuelven un archipiélago flotante, la maquinaria de una guerra inminente ya se ha puesto en marcha.

OPINIÓN PERSONAL

"Los súbditos de Sairayat guardaron silencio, con las cabezas gachas y los labios apretados, y fue aquella calma lo que aterrorizó a Raisha. «Si no parecen alarmados, es que sabían lo que iba a pasar. Y si no piensan delatar a nadie, es que todos estaban de acuerdo»."

De acuerdo, comenzamos con la historia. Raisha siempre ha vivido bajo la protección de su madre, la sultana Marjannah al’Sairahr, líder del sultanato de Amarat. Como heredera, ha de sufrir la mala fama de su madre, la cual se casa cada noche con un hombre distinto y lo mata al día siguiente. Tras sufrir un ataque por parte del pueblo, Raisha decide actuar.

Lo que en un principio sería una huida fácil junto a un marido asustadizo se convierte en un enfrentamiento contra un hombre capaz de realizar hechizos y cuya apariencia no es la misma que tenía a su llegada al palacio real. Sin embargo, lo que Raisha no sabe es que sus acciones han generado un efecto dominó que movilizará a las tres grandes naciones.

Mientras su hija está desaparecida, Marjannah tendrá que aliarse con Cordelia, princesa de Cameroth y antigua compañera, y viajará a las islas de Helial en busca del supuesto asesino. Sin embargo, la situación que encuentra al llegar es tensa y, en su ausencia, los conflictos en Amarat van en aumento, mientras los fantasmas del pasado se alzan en armas contra todas las mujeres del Harén.

"Dentro del relicario de su mano, conectado con cadenas a su muñeca y al dedo del plumín, había algo que Raisha nunca había visto en persona, y por eso le causaba un respecto tan atroz: un yinn capturado años atrás por las demiurgas, encerrado en un receptáculo de hierro y recubierto por una envoltura de oro para potenciar su poder. De ahí surgía la magia de las hechiceras de Marjannah al-Sairahr, lo que había hecho que la maquinaria que poseía el sultanato de Aramat pasase de ser unos armatostes chirriantes a auténtica tecnología mágica."

Y esa es más o menos la historia. Nos encontramos en el sultanato de Aramat, en la ciudad de Sairayat, donde años atrás tuvo lugar un golpe de estado en el que todos los hombres, incluido el sultán, fueron asesinados o expulsados del palacio real. Desde entonces, la prosperidad del reino ha aumentado y parece que la paz se ha asentado, a pesar de la fama de la sultana Marjannah al’Sairahr. Cada día, la mujer se casa con un hombre, al que ejecuta por cargos falsos al día siguiente.

Raisha, la princesa, sabe que su madre ha de tener algún motivo para tal carnicería, pero tanto la mujer como su tío, el Gran Visir, la mantienen apartada de cualquier asunto que pueda oscurecer su infancia. Un día, durante una de las ejecuciones, alguien del pueblo ataca a ambas y Raisha decide actuar. Su plan, secuestrar al nuevo prometido e impedir que su madre sea más odiada, parece sencillo hasta que el hombre en cuestión se defiende mediante hechizos, algo impensable en Aramat.

A pesar de la inocencia de sus actos, la huida de Raisha hace girar los engranajes de un conflicto a gran escala. Cuando Marjannah descubre que su prometido era un heliano cuyo plan era asesinarla, y que supuestamente ha secuestrado a su hija, prepara el viaje al reino vecino de Helial en busca de respuestas. Sin embargo, antes de poder partir, recibe la visita de Cordelia Darlington, la princesa de Cameroth, la cual ha venido buscando venganza y termina pactando con la sultana.

Raisha, mientras tanto, huye junto a Sheng, el heliano al que ha salvado y que resulta ser un asesino. Muy a su pesar, los peligros no tardan en aparecer. Solo la llegada de Aldashir, Gran Visir y tío de la princesa, les protege de una muerte casi segura. Dejando atrás Aramat, los tres viajeros se dirigen a Cameroth en busca de una solución para impedir que Marjannah tenga que seguir asesinando maridos.

Al principio, pensé que la historia tendría un contexto basado en Arabia, con el sultanato como centro de todo. Lo primero que me sorprendió fue el componente mágico como uno de los pilares principales. Dentro del Harén, existen tres facciones: las guardianas, las demiurgas y las artífices. Las primeras se encargan de proteger a las demás, las segundas usan la magia de sus yinns para realizar hechizos mediante la escritura, y las terceras tienen como labor la creación de inventos increíbles.

Sin embargo, fuera del sultanato las cosas son distintas. En Helial existe el heli, una esencia vital que permite a sus ciudadanos hacer magia mediante rúbricas en el aire. Dependiendo del clan y la isla de nacimiento, el elemento afín es distinto. Y en Cameroth tenemos el otro extremo: solo creen en la lógica, por lo que su punto fuerte son los autómatas y los inventos.

En la historia encontramos varios puntos de vista distintos. El primero es el de Raisha, pero también tendremos a Marjannah, Cordelia, Sheng y Zafirah, hija de Aixa, líder de las guardianas, y sobrinastra de la sultana. Por medio hay páginas negras que contarán, poco a poco, el origen de todo lo ocurrido durante la Conjura de Aramat.

A nivel de personajes, tenemos un elenco enorme. Las líderes de las facciones del Harén (Aixa, Wallada e Itimad), que son hermanastras de Raisha, tendrán sus momentos de gloria, aunque la verdaderamente importante será Zafirah, una niña de doce años cuyo intelecto y curiosidad serán decisivos para el desenlace. Tendremos varias facciones rebeldes, las diversas familias reales, los clanes de Helial…

Como protagonistas, he disfrutado más con la historia de Marjannah y la de Zafirah que con la de Raisha, la verdad. Es una trama que al principio confunde por tanta información, sobre todo por los secretos y mensajes a medias, pero luego se sigue muy bien y es una lectura adictiva.

La verdad es que estoy deseando saber cómo continúa, por el final es muy tenso y deja un montón de cabos sueltos. Hay una muerte que me ha dado bastante pena, porque era un personaje que me gustaba mucho. Además, la cantidad de bombas de información que recibimos en menos de cien páginas dejan la tensión muy alta. Espero que Victoria no nos haga esperar mucho. ¡Nos vemos!

Lo mejor: El desarrollo de la historia y el gran choque de culturas.

Lo peor: Un principio bastante confuso.

"—¿El mismo pueblo al que ha estado comprando con lo que parece una prosperidad sin límites? —ironizó el muchacho—. ¿Con un Aramat que pronto estará a la altura de Helial con su magia o incluso a la del reino de Cameroth con su tecnología?

—Falta mucho para que alcancemos a Cameroth, pero aunque fuera así... hay límites que no deberían traspasarse, ni siquiera en nombre de la prosperidad."

NOTA