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lunes, 1 de febrero de 2021

Dama Blanca #1 ~ Marta Martín Girón

¡Buenas tardes, Devoradores!

Ya he vuelto de este mes de vacaciones, que me ha permitido rellenar un poco la carpeta de borradores. Hoy os traigo una nueva colaboración con Marta Martín Girón, una de las autoras colaboradoras del blog. Dama Blanca nos presenta a los detectives Yago Reyes y Aines Collado, dos compañeros que deberán descubrir enfrentarse a un caso con demasiadas incógnitas. ¡Comenzamos!



Título: Dama Blanca
Saga: Detective Yago Reyes #1
Autor: Marta Martín Girón
Editorial: Autopublicado
Género: Policíaca
Páginas: 253
Encuadernación: Digital
ASIN: B082PZT2KW

¿Qué hay en la mente de un asesino?
¿Qué se cruza por la de la víctima al verse caer en sus manos?
Los detectives Yago Reyes y Aines Collado se enfrentan a uno de los peores casos de sus carreras como detectives de homicidios. La víctima, una joven de apenas quince años, es hallada muerta y semidesnuda en los arrozales de la localidad valenciana de Cullera. Comienza así una investigación a contrarreloj para atrapar al culpable. A cada paso dado, aumentan las sospechas de que alguien de su entorno más cercano pudo ser el responsable de su muerte. Sin embargo, ahondar en sus vidas hará que salgan a la luz secretos terribles; el precio a pagar será muy alto.

OPINIÓN PERSONAL

"«Me pregunto cuánto tiempo le durará la cordialidad —pensé mientras la observaba con disimulo—. El otro día hizo lo mismo, y después se volvió a convertir en una seta. Supongo que es una cortesía pasajera. En fin, aunque sea una antipática, al menos es mínimamente profesional y consigue aparcar sus motivos personales por el bien de una investigación.
»Aunque me gustaría saber cuáles son esos grandísimos motivos.»"

De acuerdo, comenzamos con la trama. Yago Reyes acaba de ser destinado a una comisaría en Valencia y su vida parece un auténtico infierno. Después de haberse mudado y dejado todo atrás, para colmo tiene una compañera que no le habla y le fulmina constantemente con la mirada. Sin embargo, sus pensamientos se centran muy rápido en el cuerpo sin identificar que han encontrado en un arrozal.

Tras los primeros días de investigación, se descubre que la víctima es Elena Pascual Molina, cuya desaparición había sido denunciada por sus padres unos días atrás. Al principio apenas hay pruebas de las que tirar. La joven era una chica normal, estudiosa y responsable que se quedó a dormir en casa de su amiga y, por la mañana, desapareció de camino a casa.

Sin embargo, cuando la verdad comienza a filtrarse entre las mentiras de los sospechosos, el puzle sobre la desaparición de Elena empieza a rellenarse. Una chica demasiado alocada, un posible pedófilo, una joven enamorada... Poco a poco, Yago y Aines descubren una verdad difícil de digerir.

"De camino al coche tuve tiempo para pensar. La ventaja de tener una compañera más silenciosa que una babosa, era esa: los momentos de introspección. Necesitábamos conocer la identidad de la víctima para poder empezar a hacer nuestro trabajo, hablar con los padres, con los amigos o con cualquiera que pudiese saber algo. Era lo más urgente. A pesar del descenso, las estadísticas indicaban que, en los últimos años, el cuarenta por ciento de las mujeres víctimas de homicidios en España lo fueron a manos de su pareja, y el porcentaje aumentaba al sesenta por ciento cuando se incluía a familiares entre los agresores."

Y esa es más o menos la trama. Una chica es encontrada muerta en un arrozal en la localidad valenciana de Cullera. Aunque no muestra síntomas de agresión forzada, la muerte está clara: ha sido asfixiada. Días antes, sus padres habían denunciado la desaparición de la joven, por lo que los policías no tardan en llegar a su casa con la terrible noticia.

Yago Reyes y Aines Collado, los detectives asignados al caso, comienzan la investigación interrogando a los principales sospechosos. Según las declaraciones, la última en ver a Elena Pascual Molina fue su mejor amiga, Alba, en cuya casa durmió la víctima antes de desaparecer. El segundo sospechoso es Adrien, un chico francés que parecía tener una extraña relación con Elena, a pesar de que él tenía 26 años y ella solo quince. El último sospechoso es Miguel, el padrastro de la chica, con el que vivía desde pequeña y al que consideraba un padre.

Sin embargo, con cada nueva declaración aparecen lagunas o incoherencias que no cuadran con lo que dice cada sospechoso. Poco a poco, la imagen de Elena que vende su madre desaparece. La supuesta joven estudiosa, madura y responsable podría esconder algo más perverso, aunque no por ello merecía terminar asesinada.

Mientras avanza el caso, conocemos un poco a nuestros dos protagonistas. Yago acaba de llegar a Valencia tras ser destinado allí desde Madrid. El chico, que había pedido el traslado mucho tiempo atrás y ya no lo quería, se ve forzado a dejar toda su vida atrás e ir a un pueblo en el que no conoce a nadie y en el que tiene que vivir en un piso cochambroso. Para colmo, su compañera apenas le dirige la palabra y le mira siempre mal, como si tuviese algún problema con él.

Lógicamente, el trabajo de detectives implica una relación de apoyo entre compañeros. Cuando Yago ya no puede más y decide hablar sin tapujos con Aines, descubre al fin la historia de su compañera y el porqué de su compartimiento atípico. Ese será el primer paso para lograr una colaboración profesional fructífera.

Como solemos encontrar en los libros de Marta, una cosa que me gusta mucho son las reflexiones de los narradores. En esta trama encontramos pensamientos relacionados con la pérdida, la mentalidad de la gente, en qué momentos la imaginación nos juega malas pasadas, las espinas clavadas en el inconsciente...

Aunque la trama policial y el avance entre Yago y Aines está muy bien trabajada y preparada, hay un tema de la historia que no me ha convencido. Cada capítulo nos muestra quién lo narra y la fecha de los acontecimientos, turnando escenas de Elena, Alba, Yago, Miguel y Nuria (la madre de Elena). Los acontecimientos arrancan en junio de 2019 y el crimen sucede en septiembre, por lo que vemos cómo se va torciendo todo. Sin embargo, los constantes cambios de fechas llegan a confundir. Muchas veces no terminaba de situar cuándo estaba pasando ese capítulo.

Aparte de eso, es una trama policial muy ligera de leer, con la información suficiente para que avance la investigación y que solo al final se sepa quién es el verdadero asesino o asesina. Aunque se supone que nuestros protagonistas son Yago y Aines, el que lleva la voz cantante es él. No sé si en el siguiente libro la narradora principal será ella o cómo funcionará el tema. Si os gustan las novelas policiacas no muy densas, esta es una buena opción. ¡Nos vemos!

Lo mejor: Una novela ligera y un caso bien trabajado.
Lo peor: Demasiados cambios temporales y de narrador.

"El vello se me puso de punta al sentirme tirada como un desecho, al pensar que ella podría estar en esas condiciones. En ese momento vertí mi primera lágrima por ella. Aunque la borré de inmediato de mi mejilla a la vez que me obligaba a pensar en otra cosa. A veces creemos que eludir los pensamientos que nos dan miedo evitará que se conviertan en realidad."

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NOTA


4/5
Un rastro que conducirá a una dolorosa verdad



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