El silencio de la ciudad blanca ~ Eva G.ª Sáenz de Urturi

¡Buenas tardes, Devoradores!

Como ya comenté en redes al mostrar este libro como actual lectura, me he decidido a leerlo pese a buscar lecturas más ligeras porque la película sale a finales de mes y quiero verla con mi madre, que lo devoró hace tiempo. Sigue siendo novela policíaca, por lo que entra dentro de mis gustos literarios. ¡Comenzamos!

Título: El silencio de la ciudad blanca

Saga: La trilogía de la ciudad blanca (1)

Autor: Eva G.ª Sáenz de Urturi

Editorial: Planeta

Género: Policíaca

Páginas: 480

Encuadernación: Tapa dura

ISBN: 978-84-08154-16-7

Tasio Ortiz de Zárate, el brillante arqueólogo condenado por los extraños asesinatos que aterrorizaron la tranquila ciudad de Vitoria hace dos décadas, está a punto de salir de prisión en su primer permiso cuando los crímenes se reanudan. En la Catedral Vieja, una pareja de veinte años aparece muerta por picaduras de abeja en la garganta. Pero solo serán los primeros.

Unai López de Ayala, un joven experto en perfiles criminales, está obsesionado con prevenir los asesinatos, una tragedia personal no le permite encararlos como uno más. Sus métodos enervan a Alba, la subcomisaria, con la que mantiene una ambigua relación marcada por los crímenes..., pero el tiempo corre en su contra y la amenaza acecha en cualquier esquina. ¿Quién será el siguiente?

OPINIÓN PERSONAL

"Un policía nunca espera cerrar un caso siendo la última víctima del asesino en serie que tiene aterrorizada a la ciudad, pero la vida tiene formas muy creativas de jugártela.

Y... sí: yo no salí bien parado. Terminé, como digo, con una bala en el cerebro."

De acuerdo, comenzamos con la historia. Veinte años atrás, una serie de asesinatos en masa causó el terror el Vitoria. Las víctimas aparecieran en pareja, siempre un hombre y una mujer en la misma postura. Todos siguiendo un orden: los dos primeros eran recién nacidos, los siguientes tenían cinco años, los siguientes diez...

El principal sospechoso, Tasio Ortiz de Zárate, fue encerrado por su propio hermano gemelo y los crímenes se detuvieron. Ahora, a pocos días de la libertad provisional de Tasio, los crímenes se han reanudado y Unai López de Ayala es el inspector a cargo del caso. Sin embargo, toda la historia que acompaña al asesino es una gran carga para el joven, que aún está superando la muerte de su mujer y sus hijos no nacidos.

Junto a su compañera Estíbaliz Ruiz de Gauna y la subcomisaria Alba Díaz de Salvatierra, Unai deberá seguir las nuevas pistas y reconstruir toda la historia de los asesinatos, mientras recibe la guía de Tasio desde la cárcel. Poco a poco, todas las líneas de investigación resultan erróneas. Si no encuentra pronto un hilo del que tirar, su propia vida puede verse en peligro.

"—No te lo vas a creer, está todo igual que hace veinte años.

—¿De qué estás hablando, Esti? Es que hoy estoy un poco espeso.

—Unos arqueólogos de la empresa de restauración de la catedral han encontrado dos cuerpos desnudos en la cripta."

Vale, analicemos un poco más en profundidad. Nos encontramos en Vitoria, País Vasco, una ciudad en plenas fiestas de verano. Unai López de Ayala, nuestro protagonista, es un inspector de policía que es reclamado tras la aparición de dos jóvenes dentro de la antigua catedral, emulando los crímenes que tuvieron lugar veinte años atrás. Las principales semejanzas son indudables: un chico y una chica, desnudos y acariciándose la mejilla el uno a la otra en un gesto de cariño. Sus edades cuadran con el patrón, en este caso, veinte años. A los pies, tres eguzkilores secos. La única diferencia es el arma: en vez de veneno de tejo, hayan abejas en las gargantas de las víctimas.

Este será el primero de los crímenes que retomarán la serie de asesinatos que tuvieron lugar hace años, supuestamente a manos de Tasio Ortiz de Zárate, un famoso arqueólogo cuyo hermano gemelo y policía, Ignacio Ortiz de Zárate, detuvo como asesino. Sin embargo, Tasio sigue en la cárcel, por lo que es imposible que sea el asesino material. La primera línea de investigación comienza con los gemelos y la extraña cuenta de Twitter de Tasio, en la que deja mensajes a Unai usando su podo, Kraken, para ayudarle a encontrar al verdadero asesino.

Otro cambio en la rutina es la llegada de la subcomisaria Alba Díaz de Salvatierra como nueva encargada del caso, dirigiendo a Unai y a su compañera Estíbaliz. Desde el primer momento, algo cambia en Unai al encontrar a Alba corriendo por la calle. El joven inspector, que aún sufre la pérdida de su mujer y sus hijos no natos, comienza a sentir algo por la subcomisaria, pese a ser una mujer casada y su jefa.

Mientras el caos comienza a invadir las calles de Vitoria, los dos inspectores verán temblar su estabilidad emocional frente a un asesino metódico y rápido, que va sembrando los monumentos históricos de parejas asesinadas de la misma manera. Poco a poco, las pistas demuestran que los asesinatos tienen un mensaje, una imagen transmitida mediante todos los símbolos paganos, la postura de las víctimas e incluso el arma.

Por otro lado, tenemos capítulos que no están narrados por Unai en el presente, sino que transcurren en 1969-1970. Al principio son capítulos sin mucha importancia, pese a que el apellido Ortiz de Zárate aparece rápido. Con cada uno de estos capítulos, vamos obteniendo nueva información que nos conduce al asesino, pero hasta el final no vemos lo cerca que está de los protagonistas.

Habrá muchos personajes influyentes y que serán de ayuda (o no) para Unai, como su hermano Germán y su abuelo, que los crió desde pequeños. Tristemente, vemos que hay muchas víctimas cercanas, que cierran las líneas de investigación abiertas. El asesino es listo y sabe dónde hacer daño, pese a que su objetivo no son las víctimas en sí.

Como comprenderéis, no puedo hablar mucho de la historia porque os desvelaría cosas de la investigación. Es un libro que, como muchas novelas policíacas, empieza muy lento hasta que empieza realmente lo emocionante. Sin embargo, creo que un punto "en contra" para hacer de este libro una lectura dinámica es la cantidad de nombres de calles, pueblos, monumentos... que, si no eres de allí o no conoces, solo sirven para meter más texto. Tenemos un mapa en el libro, pero no creo que ayude mucho porque habría que mirarlo casi todo el rato.

Una cosa que no vio mi madre y que yo sí es que hay un personaje, relativamente importante, que tiene el apellido de la autora. Por otro lado, mi apellido aparece un par de veces (es vasco), algo que me hace ilusión desde el nivel personal.

En general, es una historia muy bien estructurada, que sabe mantener la expectación casi desde el principio. Pese al problema con la cantidad de nombres y un principio un poco lento, el libro coge ritmo llegado a la mitad, atrapando con cada nueva pista y nuevo sospechoso. Admito que me ha gustado mucho. Además, en el prólogo Unai se presenta como la última víctima del asesino, algo que deja con la intriga. Si os gustan este tipo de historias, os la recomiendo. ¡Nos vemos!

Lo mejor: La trama y los personajes.

Lo peor: Inicio lento y muchos nombres.

"No es que me creyese un héroe, es que me gustaba dejar el universo como estaba. Sin muertes que ocurrían cuando no tocaba, simplemente eso. Entendía el lógico mecanismo que se escondía tras el orden natural de las cosas, incluso de las muertes: un accidente, una enfermedad, la vejez... Pero nada de tipos retorcidos haciendo trampas para que la Guadaña llamase a la puerta de inocentes antes de tiempo."

OTROS TÍTULOS

 

#2. Los ritos del agua

#3. Los señores del tiempo

NOTA

4/5

Se reanuda el doble crimen del dolmen