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miércoles, 19 de febrero de 2020

Rojo Carmín ~ Alan D. D.

¡Buenas tardes, Devoradores!

Hoy vengo con una reseña de Alan D. D., al que ya os presenté con La hija de Bóreas y con su entrevista en Tinta Nocturna. La verdad es que nos cotilleamos las redes sociales mutuamente, así que cuando vi la presentación de Rojo Carmín (y la entrada sobre su BSO), me llamó la atención y dije: ¿Por qué no? ¡Vamos allá!

Título: Rojo Carmín
Saga: Autoconclusivo
Autor: Alan D. D.
Editorial: Autopublicado
Género: Terror / Juvenil
Páginas: 75
Encuadernación: Digital
ASIN: B084DYRJJH

Opal, Obsidian, Ruby y Amber decidieron renunciar a la vida. Los cuatro ahora están atrapados navegando por un río infinito, lleno de las almas de suicidas, al que podrían caer si no se descuidan.

Un misterioso ente les hace una oferta que muchos han considerado antes que ellos: o bien permanecen en el río esperando su reencarnación natural, si es que no caen en él primero, o luchan a muerte por una segunda oportunidad.

Lo que ninguno sabe es a quiénes van a condenar, y que cada uno de ellos entrenará con un experto en el arte del asesinato.

OPINIÓN PERSONAL

"Escuché los gemidos con más claridad entonces, ya despierto del todo, y Ruby pareció darse cuenta—. Mira hacia abajo, pero ten cuidado.
Sin decir nada, hice lo que me dijo. Me tomé con firmeza del borde del bote y miré hacía abajo. Las aguas, casi tan negras como el cielo que nos cubría, estaban llenas de siluetas turquesas. Cuando presté más atención, me di cuenta de que eran formas humanas y animales, luchando con desesperación por llegar a la superficie."

De acuerdo, comenzamos con la historia. Opal, Amber, Ruby y Obsidian son cuatro amigos que han decidido suicidarse en grupo y acabar con la pesadilla de vida que tienen. Sin embargo, lo que esperaban que fuera un descanso antes de renacer se convierte en un juego de supervivencia cuando despiertan en el Río de los DesHechos.

Mientras luchan contra las criaturas de pesadilla que tratan de subir al bote en el que están, aparece el Hombre de Negro, un ser similar a la Muerte que les ofrece un trato: si están dispuestos a volver a matar, él les ayudará a acelerar el proceso de renacer. Si no aceptan, deberán seguir luchando en ese bote hasta llegar al otro lado, mientras sufren terribles y vívidas pesadillas.

En su desesperación, los cuatro jóvenes terminan aceptando y deberán aprender de los más horribles asesinos para poder sobrevivir a la prueba. Sin embargo, el hecho de matar no es lo peor a lo que deberán enfrentarse. Lo que no saben es a quién deberán condenar para poder ganar.

"—Si quisiera hacer algo, ya lo habría hecho. Confía en mí cuando digo que también quiero irme de este lugar, mucho más que tú.
Es un asesino en serie, me dije, no puedes confiar en él, es un experto en mentir y manipular, lo ha hecho con otros. No puedes confiar en él. No le hagas caso.
—Supongamos que tienes razón y que no quieres hacerme daño. Perfecto. Tú y yo, los mejores amigos en el infierno. ¿Por qué Jeffrey Dahmer, el Caníbal de Milwaukee, estaría esperándome?"

Y esa es más o menos la historia. La historia comienza con los cuatro jóvenes ya en el bote, una pequeña embarcación de madera, con un siniestro color rojo sangre. Todos se suicidaron cortándose las venas, cuyas heridas abiertas no parecen ir a cerrarse incluso muertos. El río en el que están, además, está lleno de criaturas con apariencia similar a la humana, luchando a muerte por subir a su bote, el cual choca y golpea por todos lados.

Cuando llega el Hombre de Negro, les muestra lo que les espera durante su viaje: sufrirán pesadillas muy reales cada poco tiempo y, el que haya tenido la pesadilla más leve, se verá encadenado al bote y remará hasta la siguiente ensoñación. Por otro lado, si una de las criaturas consigue subir, deberán lidiar con ella. Y todo esto por un tiempo muuuuy largo.

Por ello, les ofrece una salida: ya que ellos han matado una vez (a sí mismos), podrán renacer si repiten su "hazaña". Aunque parece la manera más rápida de salir de ese infierno, los cuatro jóvenes se niegan, ya que no son asesinos. Sin embargo, la sucesión de las pesadillas y un par de momentos terroríficos les llevarán a aceptar la oferta.

De esta forma, Opal se separa de sus amigos y termina en una pequeña playa, donde le espera su tutor para la prueba: Jeffrey Dahmer, el Caníbal de Wilwaukee, un asesino en serie. Si Opal supera todas las fases de la prueba, matando a sus contrincantes, tanto él como el asesino serán libres. Si no, Opal será arrojado al río y el hombre volverá a esperar a un nuevo "alumno".

Mientras aprende a defenderse y se pelea sangrientamente con Dahmer, Opal piensa en sus amigos, en cómo les arrastró a suicidarse y los motivos por los que vio el suicidio como una salida fácil. Sin embargo, el verdadero dolor llega cuando es reclamado, junto a su tutor, y ha de enfrentarse a su primer contrincante.

Y no diré más de la historia. La verdad es que, ya de primeras, informo de que la historia tiene sangre para llenar muchas piscinas. Encontramos carne arrancada, puñaladas, mordiscos muy profundos, un intento de violación y uñas arrancadas (un Warning Trigger que me genera muchísima ansiedad, pero bueno).

Los cuatro jóvenes vieron el suicidio como una vía de escape del asco de vida que tenían, aunque creo que el que más lo deseaba era Opal. Amber tenía la danza como distracción, pese a que la llamaran loca. Ruby tenía sueños y aspiraciones pese a ser la hija de una prostituta y haber sido violada por un policía. De Obsidian es del que menos sabemos, pero nos explican que le trataban como un despojo humano. Y Opal, un huérfano que fue adoptado por una familia con complicaciones, era rechazado por ser gay, llegando a sufrir abusos.

He de admitir que la historia es bastante dura, sobre todo cuando vemos cómo pelean los protagonistas frente al dolor y el miedo, siempre juntos. Creo que este sentimientos de amistad, incluso de amor entre dos de ellos, se tambalea en este infierno, pero llega a ganar, pese al desenlace final.

Me ha gustado mucho el tema de meter a asesinos famosos como tutores. Conocemos a tres, que son Jeffrey Dahmer, Jack el Destripador y Bathory, la Condesa Sangrienta. Aunque Alan nos explica en las notas de autor que deja el cuarto tutor para la imaginación, realmente eché de menos ese tercer enfrentamiento, que lo habría puesto en segundo lugar para presentar completamente a todos los "luchadores".

Es una historia con un mensaje bastante duro. Como Alan explica, no defiende el suicidio como opción a escapar, sino el cómo la sociedad puede trastornar y joder la vida a la gente. También nos explica el significado de los cuatro nombres (sí, son piedras y tienen significados). Y me gusta mucho su reflexión sobre los tres asesinos elegidos. Quiero leer más cosas de él, aunque espero que no encuentre más uñas arrancadas, gracias. ¡Nos vemos!

Lo mejor: El simbolismo y el toque macabro.
Lo peor: Las escenas excesivamente sangrientas.

"Estábamos juntos contra viento y marea, haciendo caso omiso a las bromas, los ataques, el abuso y el acoso. A Amber la habían tildado de loca, a Ruby de puta, a Obsidian de basura y a mí de marica. Los cuatro inadaptados pasaron a ser El Club de los No Muertos."

NOTA


4,5/5
El infierno te espera


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