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domingo, 23 de febrero de 2020

Eón. El despertar del Ojo de Dragón #1 ~ Alison Goodman

¡Buenas tardes, Devoradores!

Hoy os presento un libro al que tengo muchísimo cariño y que incluí en las sagas a leer porque merece mucho la pena. Se trata de Eón, primera entrega de una bilogía sobre una China feudal llena de magia y dragones. ¡Comenzamos!

Título: Eón. El despertar del Ojo de Dragón
Título original: The Two Pearls of Wisdom
Saga: Eón (1)
Autor: Alison Goodman
Editorial: Viceversa
Traducción: Juanjo Estrella
Género: Fantasía
Páginas: 526
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 978-84-937109-0-3

Nadie sabe cómo alcanzaron los primeros Ojos de Dragón su peligroso acuerdo con los doce dragones de la energía y de la buena suerte, encargados de la protección de la tierra. Cada uno de los doce Ojos de Dragón, gracias a ese pacto, alcanza un inmenso poder que le permite desplazar monzones, desviar ríos y detener terremotos. Una vez al año doce muchachos se enfrentan en una dura competición de la que surgirá un nuevo aprendiz de Ojo de Dragón. Eón lleva años preparándose para ese momento.

Cuando ve cumplido su sueño y es escogido como aprendiz de Ojo de Dragón, Eón debe aprender rápidamente a dominar sus nuevos poderes para defender al viejo y respetado Emperador y a su heredero en una lucha que amenaza la paz del reino. Pero Eón esconde un terrible secreto que pone en peligro su vida. Sólo si es capaz de encontrar la fortaleza interior podrá vencer a aquellos que quieren arrebatarle su magia... y su vida.

OPINIÓN PERSONAL

"Yo era el único candidato que veía a todos los dragones cuando quería, excepto al Dragón Espejo, que llevaba largo tiempo desaparecido. (...) Y ese era también el único motivo por el que a un tullido como yo se le había permitido ser candidato —la plena visión de los dragones era una cualidad muy rara, aunque como a Ranne, el maestro de espadas, le gusta recordarme, no suponía ninguna garantía de éxito."

De acuerdo, vamos con la historia. Eón es un candidato a convertirse en aprendiz de Ojo de Dragón, un puesto en el que un joven de doce años es reconocido por el dragón ascendente y se une a él, obteniendo una gran fuente de poder que le permitirá redirigir la hua vital y evitar desastres.

Lo que nadie, salvo su señor, sabe es que Eón en realidad es una chica de dieciséis años, además de tullida, que no debería poder presentarse a la prueba. Oculta bajo la imagen de Eón, un Sombra de Luna (un eunuco), es capaz de optar a ser aprendiz porque tiene la capacidad de entrar en el mundo espiritual y ver a los once dragones, algo muy poco común.

Durante la ceremonia en honor al Dragón Rata, dragón ascendente que elegirá un nuevo aprendiz de Ojo de Dragón, pasa algo inaudito: el Dragón Espejo, que lleva siglos desaparecido, hace acto de presencia y elige a Eón. Sin un Ojo de Dragón que la enseñe, deberá aprender muy rápido a unirse del todo con su dragón y a comportarse en presencia del Emperador, siempre alerta de que su secreto no se revele y que las intrigas del palacio no acaben con ella y con toda la nación.

"—Así que debes estar preparado, no será fácil. No puedes obtener el poder del dragón sin entregarle a cambio algo valioso.
Asentí, aunque sin entender del todo lo que me decía.
—Y entonces, cuando selles el trato con él y te conviertas en aprendiz del Dragón Rata, deberemos ser aún más cuidadosos. No podrás dar ni un solo paso en falso, Eón, o moriremos los dos."

Vale, lo primero de todo será presentaros el contexto. Nos encontramos en la China feudal, donde el Emperador es el máximo representante y por cuyas venas corre la sangre de los antiguos dragones. A sus órdenes están los Ojos de Dragón, elegidos de los doce dragones celestiales, los cuales son capaces de manipular la energía de las bestias divinas y proteger al reino de monzones, terremotos, inundaciones...

Cada Año Nuevo se lleva a cabo la ceremonia en honor al dragón ascendente, que elegirá entre los candidatos al nuevo aprendiz. Durante los doce años siguientes, aprenderá del Ojo de Dragón maestro las técnicas y enseñanzas necesarias. Una vez pasado el ciclo, cuando se convierta de nuevo en dragón ascendente, el aprendiz será maestro, el maestro (cuyo cuerpo habrá envejecido de forma prematura por el manejo masivo de hua) se jubilará y llegará un nuevo aprendiz.

Dichos aprendices han de ser chicos de doce años, que aprenderán una serie de posiciones de combate basadas en los doces dragones y que deberán mostrar durante la ceremonia de aproximación. El dragón ascendente, en ese momento, escogerá a uno y le dejará tocar la perla de la sabiduría oculta bajo su cabeza, momento en el que dragón y joven se unan en cuerpo y mente.

Eón es un candidato a ser aprendiz del Ojo de Dragón Rata. Sin embargo, hay tres cosas que le diferencian del resto de chicos: Es un tullido, puede ver a los dragones en el mundo espiritual si se concentra y realmente es una chica de dieciséis años. Su maestro, el heuris Brannon, antiguo Ojo de Dragón Tigre, se juega mucho adiestrándola: si no es elegida, el hombre se irá a la ruina y todos los criados serán vendidos, entre los que están Rilla, una mujer que cuida de Eón, y Chart, el hijo deforme de Rilla.

A pesar de su cojera, Eón sabe que no tiene apenas posibilidades, pese a que usa su control del ojo espiritual para llamar la atención del dragón. Por el reino es sabido que el Gran Señor Sethon, hermano pequeño del Emperador, quiere hacerse con el trono, aunque suponga matar a su sobrino, Kygo, actual heredero. Y tiene de su lado al Ojo de Dragón Ido, elegido del Dragón Rata pero que ostenta el puesto porque su maestro murió antes de los doce años de formación.

Cuando Eón no es escogido por el Dragón Rata, parece que todo su mundo se desmorona, de ahí que se sorprenda cuando el Dragón Espejo (o el Dragón Dragón) reaparece tras siglos desaparecido y le elige. Sin embargo, el Dragón le llama por su verdadero nombre, Eona, y la chica lo rechaza, sin terminar del cerrar el pacto.

Tras convertirse en un Ojo de Dragón coascendente, su vida se convierte en una mezcla de pesadilla y sueño hecho realidad. Los bandos entre los Ojos de Dragón son evidentes y el apoyo al Emperador le granjea muchos odios. Se sabe que el ataque del Gran Señor Sethon está cerca, por lo que Eón tendrá que aprender a contactar con su dragón si quiere tener poder y evitar una terrible catástrofe.

Y creo que no diré más. A nivel de contexto, la historia está muy bien explicada y adaptada a la China feudal real, con los escalones sociales, la falta de poder (al menos visible) de las mujeres y las costumbres reales. Junto a Eón conoceremos a Dillon, otro candidato que sí es aceptado por el Dragón rata; a Rilla, la criada del señor Brannon y que se convertirá en la ayuda de cámara de Eón para ayudarle a ocultar su condición de mujer; a la Dama Dela, una mujer con cuerpo de hombre que instruirá a Eón en modales y cotilleos; a Ryko, un eunuco (o Sombra de Luna) que protege a Dela; y a Kygo, el príncipe.

También me ha gustado mucho el tema de los Ojos de Dragón, personas capaces de fusionar su energía vital, su hua, con los doces dragones celestiales para poder obrar milagros y proteger al reino. Nos explican muy bien los flujos de hua en el cuerpo humano, los siete puntos vitales, la colocación de muebles y estancias para facilitar los flujos naturales...

Si tuviera que encontrar un fallo a esta increíble historia, diría la maquetación. Los diálogos están muy mal hechos, con los guiones de diálogo mal puestos. Muchas veces, las anotaciones no están separadas de las frases; hay narraciones que comienzan con un guión de diálogo; hay frases de un mismo hablante cortadas... La verdad es que está fatal maquetado.

Pero bueno, aparte de la maquetación, es una historia que me tiene enganchado desde siempre y cuyo mundo me ha enamorado desde la primera vez que lo leí. Eón, o Eona, es un personaje valiente, que se sacrifica muchísimo y sobre cuyos hombros hay muchísimo peso. Es admirable todo lo que hace, incluso los errores, porque la hacen más humana. Ya os contaré más en la segunda entrega. ¡Nos vemos!

Lo mejor: El contexto y la evolución de Eón.
Lo peor: La maquetación.

"Conservaba el calor del cuerpo del dragón, de su superficie brotaba un resplandor dorado que iluminó mi piel con destellos sedosos. Hasta mí llegó el murmullo de aprobación de los espectadores.
Ellos también lo veían. Veían que el Dragón Espejo me elegía a mí. A Eón. Al cojo."

OTROS TÍTULOS


#2. Eona. El último Ojo de Dragón (reseña)

NOTA


4,75/5
El Dragón Espejo ha regresado



1 comentario:

  1. Qué lástima lo de que la edición no esté bien, es algo que me fastidia mucho. En todo caso, tengo el libro pendiente desde hace mil, ojalá me guste tanto como a ti.

    Un saludo,
    Laura.

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