¡Buenas tardes, Devoradores!
Seguimos con el reto anual, esta vez llegando a la recta final de la saga Los héroes del Olimpo. Ya os comenté que estaba haciendo relectura. Pues bien, no sé por qué, pero este libro es del que menos me acordaba de cuando lo leí por primera vez. Y no lo entiendo, porque la trama está muy bien y mantiene la tensión desde el principio. Pero bueno, ¡vamos con la reseña!
Título: La Casa de Hades
Título original: The House of Hades
Saga: Los héroes del Olimpo #4
Autor: Rick Riordan
Editorial: Montena
Traducción: Ignacio Gómez Calvo
Género: Aventuras / Fantasía
Páginas: 528
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 978-84-9043-091-0
Un ejército de monstruos. Siete chicos al límite de sus fuerzas y solo unas horas para salvar la humanidad...
Gaia, la madre tierra, se ha propuesto destruir el mundo de los mortales con sus tropas de monstruos y gigantes, y solo hay un modo de impedirlo: cerrar las Puertas de la Muerte, por donde estas criaturas están escapando de los infiernos. Y, lo más importante, hay que hacerlo desde fuera... y desde dentro.
Hazel, Nico, Piper, Leo, Frank y Jason han descubierto que la parte exterior se halla en Grecia, en el templo de Hades, dios del inframundo, aunque tienen un largo viaje hasta allí e ignoran a qué deberán enfrentarse cuando lleguen.
Mientras, Percy y Annabeth se encuentran en algún lugar al otro lado, luchando por su supervivencia, por encontrar las puertas... y por salir antes de que sea demasiado tarde.
OPINIÓN PERSONAL
"Tenían que confiar en que Percy y Annabeth sobrevivieran lo suficiente para encontrar el lado de las Puertas de la Muerte que daba al Tártaro. Y luego, suponiendo que el Argo II pudiera llegar a la Casa de Hades, podrían abrir las puertas por el lado mortal, salvar a sus amigos y sellar la entrada para impedir que las fuerzas de Gaia se reencarnaran en el mundo de los mortales una y otra vez.
Sí, nada podía fallar en el plan."
De acuerdo, comenzamos con la historia. Después de rescatar a Nico en Roma y ser testigos de cómo Percy y Annabeth caen al Tártaro, el ánimo en el Argo II decae, pero tienen una misión que cumplir. Según Percy le pidió a Nico, los dos grupos han de reunirse en la Casa de Hades, donde el ejército de Gaia mantiene abiertas las Puertas de la Muerte.
Aunque el objetivo está claro, no es tan sencillo seguir adelante. Los aliados de la Madre Tierra hacen todo lo posible para que los héroes no lleguen a tiempo. Por otro lado, los dioses siguen poniendo a prueba a los siete semidioses. Si no son capaces de superar dichos obstáculos, no tendrán nada que hacer contra los gigantes y los titanes, que siguen regresando de la muerte una y otra vez.
Mientras la fecha límite se acerca, el miedo y la desesperanza crecen. Percy y Annabeth se abren paso a través del Tártaro, manteniendo la fe en que sus compañeros abrirán las Puertas de la Muerte para reunirse con ellos. Sin embargo, los dos semidioses destacan demasiado en ese oscuro abismo, donde los monstruos a los que una vez mataron están deseando vengarse.
"«Os veremos allí», había dicho Percy.
Esa idea resultaba todavía más disparatada que beber fuego. ¿Cómo podrían ellos dos deambular a través de Tártaro y encontrar las Puertas de la Muerte? Apenas habían sido capaces de andar cien metros a trompicones en ese sitio venenoso sin morirse.
—Tenemos que hacerlo —dijo Percy—. No solo por nosotros."
Y esa es la historia de este tomo. El grupo de semidioses mencionados en la profecía, formado por Percy, Annabeth, Jason, Piper, Leo, Frank y Hazel, llegan a Roma a tiempo para salvar a Nico Di Angelo y recuperar la Atenea Partenos, la estatua que podría dar final al eterno conflicto entre griegos y romanos. Sin embargo, justo antes de poder cantar victoria, Percy y Annabeth caen al Tártaro. Sus últimas palabras son una promesa con Nico, que ha de guiar al resto hasta las Puertas de la Muerte y reunirse allí con ellos.
A partir de ese momento, el resto del equipo se deja llevar por el desánimo. Jason, que había delegado las tareas de líder a Percy, se ve superado por la presión. Siente que está entre dos bandos, el griego y el romano, y no sabe por cuál decantarse. Piper, cuyo poder de persuasión no sirve con todos los monstruos, descubre que ha estado usando mal su poder como hija de Afrodita.
Frank, por otro lado, se sigue sintiendo un inútil. Solo sabe convertirse en animales y no deja de escuchar las voces de Ares y Marte en su cabeza. La prueba que tiene que superar se presenta como un imposible, pero su deseo de proteger a Hazel le dará la fuerza necesaria. Hazel, por otra parte, tiene un encuentro con Hécate, la diosa de la magia, que le presenta su destino: enfrentarse a una poderosa hechicera a la que solo podrá derrotar si aprende a manipular la Niebla.
Por último, Leo sigue recordando las palabras de Némesis. Él es la séptima rueda, el héroe que sobra. Cuando es alejado de los demás y entiende su papel, tendrá que hacer un sacrificio que le cambiará para siempre.
Después están Percy y Annabeth. Tras lograr sobrevivir a la caída al Tártaro, los dos sacan fuerzas del otro para ponerse en pie y buscar las Puertas de la Muerte. Solo un antiguo enemigo, y después aliado, les dará la oportunidad de sobrevivir en ese extenso infierno en el que los monstruos reviven y claman venganza. A pesar del miedo, el dolor y las ganas de rendirse, la promesa de no volver a separarse será lo único que les permitirá seguir andando.
La verdad es que este libro empieza ya con bastante tensión. La pérdida de Percy y Annabeth supone un duro golpe para todos, ya que ven que sus amigos eran indispensables para el correcto funcionamiento de la tripulación del Argo II. Las posibilidades de salir victoriosos en su misión disminuyen cada vez más y todos comienzan a perder la esperanza. Aunque es cierto que cada uno ha de superar una prueba, todos arrancan desde un mismo punto: no confían en sus propias capacidades.
Aunque no es parte de la profecía, un personaje que será una incógnita para todos es Nico Di Angelo, el cual se une al equipo tras ser rescatado en Roma. Aunque solo Hazel parece estar cómoda a su lado, ya que son hermanos, diversas circunstancias harán que el resto del grupo se interese por él y traten de arroparlo como su nueva familia.
Al igual que en los tres libros anteriores, en este hay capítulos con todos los personajes como narradores, pero habrá algunos con más relevancia. En este caso, los más recurrentes son Frank, Hazel, Leo y Annabeth.
Y eso os contaré. Nos hallamos ante las puertas del final de la saga. La tensión está por las nubes y el reloj marca las dos semanas para la batalla final. Todos los protagonistas han tenido su momento de desarrollo como héroes, por lo que ahora viene la acción de lleno. Leeré el último libro pronto para ya terminar el reto, que además tengo bastantes ganas. ¡Nos vemos!
Lo mejor: La tensión bien mantenida durante toda la historia.
Lo peor: El enfrentamiento final del libro me ha sabido a poco.
"A veces deseaba no tener tanta imaginación, ya que estaba segura de que estaban andando sobre un ser vivo. El paisaje sinuoso —la bóveda, el pozo lo que fuese— era el cuerpo del dios Tártaro: la más antigua encarnación del mal. Del mismo modo que Gaia habitaba la superficie de la tierra, Tártaro habitaba el pozo.
Si ese dios se percataba de que estaban caminando por encima de su piel, como pulgas sobre un perro... Basta. Se acabó pensar."
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