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lunes, 20 de noviembre de 2017

El crimen del vendedor de tricotosas ~ Javier Gómez Santander

¡Buenas tardes, Devoradores!

Hoy os traigo un libro que me recomendó hace poco mi padre y que me encasquetó para que leyese. La verdad es que no sabía que iba a encontrarme y el título me dejaba más bien frío, pero como no era muy amplio, decidí darle una oportunidad. Y ha valido la pena jajaja.

Título: El crimen del vendedor de tricotosas
Saga: Autoconclusivo
Autor: Javier Gómez Santander
Editorial: Planeta
Género: Ficción 
Páginas: 288
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-08144-67-0


Daniel Ortiz tiene treinta y dos años y una vida de mierda, pero, a diferencia de los millones de personas que comparten con él esta cualidad, es consciente de ello. Por motivos inherentes a los peligros de su profesión (vende máquinas de coser al por mayor), Ortiz matará a un hombre casi inocente. El crimen no le genera un gran sentimiento de culpa, pero sí innumerables salpicaduras, demasiada atención mediática y muchos problemas. ¿Cómo se deshace un señor normal de Santander, que nunca ha hecho ruido, de un cadáver? ¿Cómo enfrentarse, siendo representante de tricotosas, a una banda de traficantes de drogas con aspiraciones nasales y políticas? ¿Se le debe contar u ocultar un asesinato así a tu mujer? ¿Es cierto que un crimen solo te jode la vida si te toca ser el muerto? Estas y otras preguntas más intrigantes, que no desvelamos para no reventar la trama, se responden en esta novela. 

OPINIÓN PERSONAL

"En estos años, lo más osado que he hecho ha sido ser el primero de mi familia en comprarme un colchón viscoelástico, con extraordinarios resultados, por cierto. Con esta mierda de vida de provincias que he amasado durante treinta y dos años, ¿cómo coño me explico que ahora esté ocultando un cadáver en el maletero del coche de mi empresa?"

Como siempre, os cuento un poco la historia. Daniel es un tío que, a sus treinta y dos años, tiene una vida aburrida y sin sentido alguno. Siempre ha hecho lo que dicen los demás, principalmente por falta de ganas de dar explicaciones al negarse. Es un acomodado, se deja llevar y si puede no mover un dedo, mejor. Trabaja como vendedor de tricotosas, máquinas de coser, entre Santander y Bilbao. 

Un día, su jefe le manda a cerrar unos contratos a Madrid, así que él no se queja y va para allá. Llegando a la gran ciudad, un coche empieza a darle golpes. Después de unos cuantos, toma un desvío a un descampado para decirles cuatro cosas a los pesados de detrás. La cosa termina con un cadáver en el maletero, la noticia de un apocalipsis zombie en Madrid y una banda neonazi detrás de Daniel.

Nuestro protagonista pasa de tener una vida de mierda, aburrida y sin acción, a ser perseguido por una banda neonazi, carteles por todos lados con su cara, amenazas a su mujer y familia y un cadáver en el coche que empieza a oler fatal. Y mientras tanto, Daniel decide que todo se arreglará, que él no va a preocuparse.

"Así que miro por la ventana: una escalera, una cuerda vieja, una compresa usada y colillas. A MacGyver se le hubiera ocurrido alguna solución juntando esos elementos, pero cada uno tiene que conocer sus limitaciones, además de las leyes elementales de la física, que indican que ser capaz de ver algo no significa que también seas capaz de cogerlo."

Y eso os contaré de la historia. La verdad es que el principio es un poco soso porque Daniel habla en segunda persona con el lector, contándole su vida ya desde pequeño. Sus fracasos, su falta de objetivos, lo conformista que es su estilo de vida... Nos pone en situación de que nuestro protagonista es un perdedor.

Pero la cosa cambia cuando está llegando a Madrid. Primer problema: como comercia entre Santander y Bilbao, su jefe puse en el coche de la empresa la bandera española republicana y la inkurriña. Y qué suerte que en el coche de detrás van dos neonazis con ganas de fiesta. Sin ser esto último, Daniel se desvía de la carretera para hablar con ellos. La cosa acaba muy mal, aunque no para él.

La cosa acaba con carteles por toda la ciudad con su cara, diciendo que es un enfermo mental fugado y peligroso; con amenazas de los neonazis a través del móvil del muerto; y su familia llamándole mientras en Twitter se extiende el vídeo de un zombie en Madrid (Daniel, que supo improvisar muy bien).

La verdad es que la historia, quitando la primera presentación que igual se hace un poco aburrida, se lee muy rápido, sobre todo porque las cosas van empeorando y, cuando Daniel decide actuar, lo agravaba mucho más. Lo que más hace que quieras seguir leyendo es saber cómo acabará todo, porque parece imposible que acabe bien. Daniel tiene muchas conversaciones consigo mismo (o con su voz interior), que muchas veces acaban en discusión. Tiene tiempo para reconsiderar su vida, su forma de pensar, de actuar... Vemos un cambio increíble en él a raíz de tener un cadáver en el coche.

A lo largo de la historia hay momentos muy divertidos, en los que me han sacado varias carcajadas. No hay nada mejor que imaginarse al protagonista saliendo de un armario haciendo girar una plancha sobre su cabeza al ritmo de "La vida es una tómbola". Hay muchas menciones a personajes célebres conocidos. Y una cosa que me ha gustado es que el protagonista es de Santander, por lo que algunos escenarios no me costaba nada imaginarlos jajaja. Es una historia que me ha sorprendido gratamente y que recomiendo.

Lo mejor: El avance de la historia y los momentos graciosos.
Lo peor: El principio es algo lento. 

"¿Y si tiro el muerto a la basura?, me ha escupido la cabeza un segundo después del agradecimiento a Darwin. Sí, a un punto limpio, gilipollas, me ha contestado la voz interior, que, conforme avanzan las horas y los problemas, va cobrando protagonismo."

NOTA


4/5
Comienza al apocalipsis madrileño



2 comentarios:

  1. Al final me da que esta es una historia de humor muy negro y me parece que este me lo llevo para probar jijiji
    un bes❤

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  2. Eh...lo siento pero no me convence, demasiadas cosas aleatorias y creo que el protagonista no terminaría de caerme bien, no parece mi estilo de humor, pero gracias por la reseña.

    Un saludo,
    Laura.

    PD: Vaya, no sabía qué significaba "tricotosas"...

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