La Hija de Bóreas ~ Alan D. D.

¡Buenas tardes Devoradores!

Hoy os traigo la LC que Alan D. D., autor del libro, convocó hace un mes. Se trata de una lectura express, ya que solo hemos tenido seis días para leerlo, pero fue como un reto aceptado en cuanto leí las bases de la lectura. La Hija de Bóreas es la primera entrega de la saga Divino Amor. Esta saga estará formada por historias independientes pero con cierta relación. Y con esto, ¡comenzamos!

Título: La Hija de Bóreas

Saga: Divino Amor (1)

Autor: Alan D. D.

Editorial: Autopublicado

Género: Fantasía / Romántica

Páginas: 325

Encuadernación: Digital

ASIN: B014QWNR1G

Bernardo está en su último año de bachillerato, tiene un par de amigas que comparten novio y es fanático del cine, la música y el baile. Su vida puede no ser la más normal ni él tampoco el más común de los de su clase, pero las cosas están por ponerse raras, más de lo que se imagina.

Diana y Erick Matthews acaban de mudarse, además de que están en el mismo liceo que él. A primera vista, ambos parecen normales, pero el último año siempre es el primero en dejar que los secretos mejor escondidos salgan a flote.

¿Por qué a Diana le cambian los ojos de color? ¿Por qué parece evitar a Bernardo? ¿Por qué Erick lo hace sentirse tan a gusto? ¿Qué está pasando con sus amigas y ese novio que nunca le dio buena espina?

Todo empezará con un videojuego, y de allí en adelante, habrán dudas, misterios, sueños, pesadillas, trampas, incluso alguien con una pistola en medio de un bingo... y dicen que el dios Bóreas está involucrado en todo esto.

Una novela paranormal con raíces en el viento gélido del norte, con los problemas que enfrentan todos los adolescentes de hoy en día y un poco de música para que todo sea más llevadero.
¿Quien dijo que ir a la escuela era aburrido?

"Estaba seguro, mientras más lo pensaba, de que Diana no era normal, si era humana o no era algo bastante apresurado, pero precisamente ella tenía algo que la diferenciaba de las demás personas."

Bueno, la verdad es que la sinopsis habla bastante de la historia, pero como siempre yo os la cuento a mi manera jajaja. Bernardo, nuestro protagonista, tiene una vida de lo más normal. Le queda un año para ir a la universidad, tiene dos amigas geniales y vive en una residencia en la que vive casi toda su familia.

Sin embargo, la llegada de la familia Matthews altera esa normalidad. Bernar comienza a tener una extraña pesadilla en la que oye la voz de una chica pidiendo ayuda y él termina rodeado de una terrible tormenta de viento gélido y granizo. A la vez, los hermanos Matthews, Diana y Erick, tienen una extraña personalidad. Aunque él es abierto y pronto se hace amigo de Bernar, Diana tiene una extraña bipolaridad: a ratos es tímida y distraída y en otros momentos es fría y cortante.

A la vez, Bernar comienza a vivir extraños sucesos: jaquecas espontáneas, un increíble descenso de la temperatura o una sensación dolorosa de congelarse. Poco a poco, nuestro protagonista irá viviendo distintas experiencias que le llevarán a pensar que todo tiene relación con Diana, la joven cuyos ojos tienen un brillo blanquecino a veces y cuya piel es fría como el hielo.

"—Erick, —lo corté—, deja de dar vueltas y dime lo que pasa —lo miré a los ojos. Tomó aire, se apretó los labios con los dientes, bajó la mirada y habló luego de unos segundos. No estaba preparado para lo que me iba a decir.

—Me gustas."

Bueno, esa es un poco la historia sin llegar a la parte de los spoilers jajajaja. Hablemos un poco de los personajes. Bernar es un personaje que me ha caído bastante bien, aunque el pobre se come la cabeza demasiado. Desde joven, Bernar sufre extraños sucesos que le "avisan" de cosas que van a pasar, como el viento frío y las jaquecas con la llegada de Diana. Es un joven amante de la música, el baile y los videojuegos, pero sobre todo del cine. Sus dos amigas, Juliana y Sandra, bailan con él, preparando coreografías que enseñan después a sus compañeros de clase. Ambas comparten novio, Gerardo, el cual no se lleva muy bien con Bernar (el sentimiento es mutuo). 

Luego tenemos a los dos hermanos. Diana, como he dicho, es una joven con cambios de humor bastante bruscos. Pasa de ser una chica tímida a una joven borde y fría. Sin embargo, Bernar siente cierta afinidad con ella al poco de entablar amistad. Por otro lado, Erick es un personaje que, a pesar de no tener mucho protagonismo, es muy importante en la trama, sobre todo en la vida de Bernar. Es un joven abierto y social, que no tarda en fijar su atención en Bernar.

Como ya sabéis, que un libro tenga BSO me encanta, sobre todo si conozco las canciones. Pues bien, en este libro me conozco muchísimas, por lo que yo era feliz cantando mientras leía las letras. Encontramos muchas de Lagy Gaga, así como Nicki Minaj, Cher, Avici... de todo un poco, vamos. También se mencionan una gran cantidad de libros y películas conocidas (o al menos son conocidos para mí).

Aunque por la sinopsis parezca tener LGTB, es un tema que sale un poco esporádico, pero no es realmente importante (tristemente para mí jajajaja). La trama es muy sencilla de leer, sobre todo porque los personajes son chicos de instituto con un gran sentido del humor y no se cortan un pelo en meterse entre ellos.

Aunque he encontrado alguna falta, casi todas no eran ortográficas, si no que eran palabras cortadas o con espacios entre las letras; es decir, fallos que surgen muchas veces al convertir archivos.

En general, es una historia divertida, con momentos de tensión provocados casi siempre por las comeduras de cabeza de Bernar. Nos mete tema paranormal y de poderes, pero no está muy explotado. La temática escolar está a la orden del día, siendo parte de la trama. Contamos con una gran diversidad de personajes, así como temas relacionados con la mitología griega, mi favorita. Le he cogido cariño a Bóreas, un dios que, aunque me llama la atención, nunca le había dado mucha importancia. 

Lo mejor: La diversidad de personajes, la BSO y el tema de mitología griega.

Lo peor: Algún que otro momento de tensión y los fallos.

"Cada parte de su cuerpo estaba moviéndose al ritmo de la música, como poseída por la voz que sonaba a todo volumen en el colegio.

No dejaba de mirarla, aunque no por ello descuidaba mis propios movimientos, acercándome a ella cada vez más, lentamente, y jugando con sus ojos, desviando la mirada, haciéndola que la buscara de nuevo.

4,75/5

Siente el viento del norte